Hace unos diez días falleció el escritor Harlan Ellison, una de las figuras más polémicas del mundo de la literatura, famoso por su personalidad combativa y su implacable manera de defender su trabajo y el derecho a ser pagado por él.
Más adelante me enteré que era consultor de historias para la versión ochentera de The Twilight Zone(Dimensión Desconocida), para la que además escribió un par de episodios que a la fecha son de los más recordados, Shatterday (protagonizado por un joven y casi desconocido Bruce Willis) y Paladin of the Lost Hour. Después de eso hice un esfuerzo por conseguir cuanta colección de historias suyas pudiera encontrar, preferentemente en su idioma original.
En la década de los 90 trabajó en la serie de TV Babylon 5 y después fue objeto de un título antológico publicado por Dark Horse Comics, Harlan Ellison's Dream Corridor, el cual presentaba adaptaciones a cómic de algunas de sus historias cortas y que en cada entrega incluía además un nuevo cuento inspirado por la ilustración de la portada de cada número. (Escribí un poco acerca de esa antología por acá).
Casi tan famosos como su obra fueron sus múltiples pleitos dentro y fuera del medio. Colaboró escribiendo varios episodios para la serie original de Star Trek, pero eventualmente se peleó con el creador y productor de la misma, Gene Rodenberry. Fue contratado por Disney, pero ni siquiera completó su primer día de trabajo en el estudio porque a la hora del almuerzo algunos ejecutivos lo escucharon bromear sobre lo que haría con Mickey Mouse si le dieran carta blanca.
Demandó a James Cameron por tomar elementos de algunas de sus historias para The Terminator, y llevó que el director decidiera arreglarse fuera de la corte y añadiera un crédito y un agradecimiento a la película para sus versiones caseras y posteriores reestrenos (Por acá cuento el chisme completo). Se ganó tal oposición, que un grupo de sus antagonistas formó algo parecido a un grupo de apoyo que se hacía llamar Enemies of Ellison, que a su vez llevó a la creación de FOE (Friends of Ellison), un grupo de escritores que se unieron para apoyarlo la primera vez que atravesó problemas de salud.
Su inclusión en la lista fue parte de la compensación acordada con la editorial, junto con una disculpa pública y un reconocimiento extemporáneo de su crédito como autor, luego de que Bill Mantlo plagió una historia suya para un número de The Incredible Hulk (curiosamente se trató de Soldier from the Future, una de las historias que más tarde Cameron usó para Terminator).
A Ellison le molestaba que lo presentasen o nombraran como "escritor de ciencia ficción", porque consideraba que era una etiqueta limitante que no abarcaba lo que era su trabajo, y es de entenderse. Su obra abarcó casi cualquier género imaginable, y lo hizo con tal calidad que acumuló premios tan diversos como Hugo, Nebula, Stoker Edgar y World Fantasy, y trabajó para casi todos los medios décadas antes de que a alguien se le ocurriera siquiera el término 'multimedia'.
Su impacto en la cultura pop es difícil de cuantificar. Eternamente considerado como el infante terrible de la literatura contemporánea, la naturaleza transgresora y rebelde de su obra marcó a muchos adolescentes, y no es extraño encontrarse con numerosos autores (incluidos algunos tan prominentes como Neil Gaiman) que afirman que Ellison y sus historias fueron responsables de que se convirtieran en escritores.
He de confesar que buena parte de mi inquietud por escribir, aunque no he hecho ni remotamente todo lo que me gustaría, proviene en buena medida de lo mucho que leí de él en mi adolescencia y juventud, así que tal vez esta idea de que Harlan tenía el poder de convertir a los lectores en escritores tiene algo de mérito.
Anécdotas sobran y sin duda en los últimos días han encontrado varias en los distintos tributos y remembranzas dedicados a la memoria de este autor, quien se hiciera famoso años antes de escribir su primera historia pues por mucho tiempo fue considerado como el fan más famoso de la ciencia ficción. Uno de sus últimos trabajos en otros medios fue en 2010, cuando prestó su voz para el episodio The Shrieking Madness de la primera temporada de la serie animada Scooby Doo: Mystery Incorporated, donde se interpretó a sí mismo.
Tal vez la ideal para empezar, pese a lo extraño que resulta decir eso de un ejemplar tan voluminoso, sea The Essential Ellison, que incluye la gran mayoría de sus cuentos más famosos además de ensayos, críticas de cine y varios otros textos. Hay una versión que es una retrospectiva de 35 años, y una posterior edición revisada y actualizada que abarca cincuenta años de su carrera, y cualquiera de las dos a la que le puedan echar mano es una excelente opción.
Otra buena opción puede ser la mencionada antología de cómics Dream Corridor, que puede servir para que se hagan una idea del rango y tonos que sus historias podían alcanzar.
Desde hace varios años Ellison atravesaba problemas de salud, los cuales se agravaron tras sufrir un infarto en 2015. Canceló cualquier clase de apariciones públicas y empezó a llevar una vida más tranquila, y de acuerdo con su esposa Susan, falleció tranquilamente mientras dormía el pasado 28 de junio a los 84 años de edad.
Descansa en paz, Harlan, y gracias por todas las historias.
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