jueves, 28 de agosto de 2008

Salem's Lot (El Misterio de Salem's Lot), de Stephen King

Stephen King es un autor sobre el que se puede hablar o escribir mucho, y creo que existe una percepción generalizada de que una característica pocas veces asociada con su persona es la originalidad, pues muchos consideran que sus libros tienden a ser repetitivos y en ocasiones abusan de ciertas fórmulas narrativas.

Pero aun si ése fuera el caso, hay que reconocer que si la fórmula ha funcionado por treinta años y eso no no es obra de la casualidad. Para ser un autor "predecible", su obra está llena de pequeñas sorpresas. Además, 'Salem's Lot es apenas su segunda novela publicada, lo cual sin duda ayuda al libro, pues muchos de sus trucos narrativos y estructurales aún no se habían desarrollado.

Publicada originalmente en 1975, 'Salem's Lot cuenta la historia de Ben Mears, un exitoso escritor que, tras años de no visitarlo, decide regresar a su pueblo natal, Jerusalem's Lot (el título del libro es la abreviación del nombre del pueblo usada por sus habitantes), en el noreste de los Estados Unidos, para trabajar en un nuevo libro.

Mears vive plagado por recuerdos de sucesos acontecidos durante su infancia, y relacionados con la mansión Marsten, una vieja casona abandonada en las orillas del pueblo. Quería alquilar la casa para vivir en ella mientras escribe su libro, pero se se sorprende al descubrir que la propiedad fue adquirida por dos comerciantes europeos, los señores Richard Straker y Kurt Barlow, quienes además piensan abrir una tienda de antigüedades en el pueblo.

La llegada de estos caballeros europeos coincide con la muerte de un niño y la desaparición de su hermano, así que una vez que empiezan a darse más desapariciones en el pueblo, las sospechas caen en ellos y en Ben, pues a pesar de que él nació ahí, la gran mayoría de los locales lo considera como un forastero debido al largo tiempo que lleva viviendo lejos de ahí.

Aparentemente nadie en el pueblo ha visto al señor Barlow, mientras que Straker es un hombre reservado y poco sociable, circunstancias que provocan que Mears no pueda sacarse de la cabeza que algo siniestro ocurre dentro de la vieja casona con los dos extranjeros, pero no logra ganarse ni la confianza ni los oídos de la gente.

Durante su estancia en el pueblo Ben inicia una relación con Susan Norton y traba amistad con Matt Burke y con el doctor del pueblo, Jimmy Cody. Mark Petrie es un niño que lleva poco tiempo viviendo en el pueblo, pero es el primero en darse cuenta de lo que ocurre tras descubrir que Ralphie, el niño desaparecido, se convirtió en un vampiro.

Mark convence a Susan de lo que sucede y juntos se escabullen a la mansión Marsten, pero son sorprendidos por Straker. Mark escapa de la casa y hiere a Straker, pero no puede ayudar a Susan. A partir de ahí las tragedias se suceden para el pequeño grupo convertido en cazavampiros.

El libro es una de mis historias favoritas de vampiros, y aun si hay que reconocer que no es del todo original (el mismo King ha admitido que lo pensó como una reexploración de Dracula en otra época y locación), su forma de contarla es fresca e innovadora. Me agrada el personaje de Mark, un niño de ciudad que creció rodeado de la cultura pop en medios, lo que le permite usar sus conocimientos de cine y tv para enfrentar a los vampiros.

La novela tuvo un impacto importante e influyó en otros autores y directores de cine, como consta en libros como The Light at the End, de Skipp y Spector (más sobre ella en un futuro post), o películas como The Lost Boys o Buffy The Vampire Slayer. 'Salem's Lot ha sido llevada a la pantalla dos veces, ambas para la TV, primero en 1979 y después en 2004. La primera sobrevivió a varias disputas legales sobre los derechos y sufrió cambios antes de concretarse.

Larry Cohen, popular guionista y director de B-movies (It's Alive, Special Effects), escribió un guión que no satisfizo a los productores, pero una de sus ideas se mantuvo: cambiar a Barlow de un aristócrata europeo a una criatura similar al Orlok de Nosferatu. Ésa fue la principal razón para que George A. Romero dejara el proyecto, pues hallaba poco atractivo reducir al vampiro al rol de un perro de ataque al servicio de su supuesto sirviente.

Una proyección privada de The Texas Chainsaw Massacre llevó a los productores a ofrecer el proyecto a Tobe Hopper, quien al final fue su director. El resultado es una entretenida película de vampiros filmada de manera oscura, donde Hopper usa los visuales para crear una atmósfera tenebrosa y efectista.

Lamentablemente no se trabajó de buena manera en la construcción de los personajes del pueblo y a mi juicio eso hace que el impacto de la película sea menor al que pudiese esperarse, sobre todo al correr de los años. Tampoco ayuda mucho el hecho de tener como protagonista a David Soul, actor y cantante famoso como la mitad de Starsky y Hutch, pero bueno.... cuestión de gustos.

La versión de 2004 fue dirigida por Mikael Salomon y presenta varios cambios argumentales respecto a la versión anterior. La historia sucede en el presente, como queda claro al ver que algunos personajes usan teléfonos celulares e internet, y hay un intento más cuidado por construir a los personajes secundarios.

Se retoman algunos elementos de la trama de la novela que habían sido omitidos de la versión del '79, como la relación entre el Padre Callahan y Barlow, además de que éste último es presentado de una forma que resulta bastante más fiel al vampiro que aparece en la novela, como un flemático y anticuado aristócrata europeo.

El elenco de la película es impecable, con Rob Lowe a cargo de dar vida a Ben Mears, Samantha Morton en el papel de Susan, y los veteranos James Cromwell, Donald Sutherland y Rutger Hauer en los papeles de Callahan, Straker y Barlow, respectivamente.

Ambas versiones siguen de forma general la misma trama y exploran los mismos temas, pero el tono con que cuentan la historia y el estilo visual usado en cada una de ellas crean una atmósfera completamente diferente en ambas películas. Ya que las dos versiones se planearon para emitirse en partes, también tienen una duración muy similar, de casi tres horas. A mi juicio, no es tan fácil declarar que una sea mejor que la otra.

En términos generales tengo la impresión de que la versión preferida por cada persona depende en buena medida de las expectativas que uno tenga de la historia, o más bien del tipo de horror con el que se sientan más cómodos o identificados.

Partiendo de esa premisa, yo diría que si lo que quieren es una historia de horror con vampiros espectrales que acechan inocentes desde las tinieblas en un pequeño y aislado pueblo, sin duda la versión del '79 es para ustedes.

En cambio, si prefieren el tipo de historias que giran alrededor de un buen desarrollo de personajes y en donde los elementos sobrenaturales de la trama sean un pretexto para explorar temas sociales y donde los valores de producción y nivel de actuaciones sean de particular importancia, la del 2004 es lo que buscan.

Ambas me parecen lo bastante interesantes y entretenidas para justificar tres horas frente al televisor, pero sin duda prefiero la novela. Ah, y me parece prudente hacer una advertencia a quienes decidan leerla por primera vez: el prólogo de la novela tiene el pequeño inconveniente de que, conforme avanza la historia, se vuelve un notorio spoiler, así que si prefieren la sorpresa les recomiendo omitirlo y leerlo al terminar el libro.

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