Se están acumulando los textos, así que más vale darles salida lo más rápido posible o acabaré posteando sobre la navidad en semana santa. Empecemos con Hellboy II: The Golden Army. La segunda entrega de las aventuras de la creación de Mike Mignola se estrenó hace varias semanas y aunque la vi casi de inmediato no había escrito al respecto. Antes que nada y ya completada la temporada de blockbusters veraniegos con sus múltiples adaptaciones de cómic, puedo decir sin duda alguna que Hellboy II es la mejor de ellas. Sí, incluso que esa película sobre cierto vigilante nocturno, pero eso será tema de otro post.
La película abre con una secuencia de flashback que se remonta a la infancia de Hellboy y muestra al Profesor Broom contándole al pequeño una historia para antes de dormir, pero dado que ni el Profesor ni Hellboy tienen vidas u ocupaciones "normales", es obvio que la historia en cuestión tampoco es un cuento común y corriente.
Broom cuenta la historia de la guerra entre la humanidad y las diferentes razas mágicas que alguna vez cohabitaron en nuestro mundo, sobre la creación del invencible ejército dorado y sobre la eventual tregua que llevó al rey de los elfos a esconder al mítico ejército con la esperanza de que nunca fuese despertado otra vez.
De vuelta al presente descubrimos que pese a los cambios en el Buró para la Defensa e Investigación Paranormal (Liz y Hellboy viven juntos, aunque su relación parece no ir tan bien como podría esperarse), las cosas no han cambiado demasiado. Hellboy insiste en querer hacer pública la existencia del Buró (y la suya), pues está convencido de que cuando el mundo sepa de su existencia él será admirado y respetado como el héroe que es y dejará de esconderse como un fenómeno.
Esto provoca que su relación con el agente Manning siga tan difícil como siempre y que llegue Johann Krauss, un nuevo operativo enviado desde Washington para convertirse en líder del equipo. Si los problemas en el BPRD no fuesen suficientes, el Príncipe Nuada, hijo del rey de los elfos, ha entrenado y planeado durante siglos cómo despertar al Ejército Dorado para retomar su guerra contra la humanidad, a quienes acusa de segregar y ahuyentar a las demás razas del mundo sólo para maltratar y descuidar al planeta.
Para despertar al Ejército Dorado necesita las partes de la corona que lo controla, la cual fue dividida en tres partes al darse la tregua. La parte que quedó en manos de los humanos la roba de una subasta y obtiene la segunda tras confrontar a su padre. La tercera está en posesión de Nuala, su hermana gemela, quien en su huida obtiene la protección del BPRD y particularmente de Abe.
Del Toro logra un gran balance entre una trama elaborada, aventuras y acción, y comedia, dejando tiempo para explorar la vida sentimental de sus personajes. La relación entre Hellboy y Liz es esencial en la historia pero nunca se convierte en el centro de la misma, mientras que Abe es el personaje más beneficiado con la decisión de del Toro de trabajar la historia como las aventuras del grupo y no sólo del personaje principal.
Uno de los aspectos más interesantes es el tratamiento del villano, pues aunque la causa del Príncipe Nuada es extremista y violenta, parece justa, y lo convierte en una compleja e interesante versión de un ecoterrorista, y lleva al espectador a cuestionarse que el hombre actúe como amo y señor de nuestro planeta a pesar de lo mal que lo ha cuidado.
Las actuaciones de Ron Perlman, Selma Blair y Doug Jones (quien ahora también prestó su voz a Abe) son sobresalientes, al igual que las del resto del elenco, lo que habla muy bien del director tapatío y su capacidad para contagiar el entusiasmo y pasión por su trabajo. Del Toro tenía una reputación bien ganada por su habilidad para dirigir películas con elementos fantásticos, pero desde El Laberinto del Fauno su fama creció exponencialmente.
Gracias a eso y al éxito económico de la primera entrega de Hellboy (más por las ventas en DVD que por su taquilla) tuvo un mayor presupuesto para trabajar en esta secuela, lo que no quiere decir que haya tomado el camino fácil de dirigir media película y pagar a algún estudio de animación digital para hacer el resto.
Fiel a su creencia de que algunas cosas son mejores cuando se hacen de forma tradicional, del Toro usa diferentes técnicas de maquillaje y efectos visuales y solo recurre a la animación digital cuando ésta es la mejor opción. El resultado es una película visualmente muy atractiva sin por ello renuncia a sus espectaculares secuencias de acción ni a contar de manera inteligente una historia protagonizada por personajes creíbles y bien desarrollados.
Me parece importante destacar que Hellboy se ha convertido en una labor de amor para todos los involucrados. Para escribir y dirigir cómodamente esta secuela, Guillermo del Toro rechazó ofertas para dirigir cintas que le hubiesen dado aún más visibilidad pública y probablemente mayores beneficios económicos, como Halo, I Am Legend y Harry Potter and the Half-Blood Prince. Por su parte, Ron Perlman rechazó el papel de Piccolo en la próxima versión de Dragonball (aunque creo que eso fue cosa de sentido común).
Tanto del Toro como Mike Mignola, creador del personaje, han manifestado que no tendrían interés en hacer más películas de Hellboy si Ron Perlman ya no quisiese o no pudiese interpretar al personaje. Perlman ha declarado que seguirá interpretando al personaje hasta que le sea imposible continuar, con la única condición de que le den dos o tres años de descanso entre una película y la siguiente, así que solo resta esperar que el mundo aprenda a apreciar lo que esta franquicia vale (¿cómo es posible que la mediocre Hancock tuviera mejor respuesta en taquilla?) y que podamos seguir disfrutando de las aventuras de estos extraños personajes.
Reitero lo que afirmé más arriba: Ni Iron Man ni The Dark Knight, la mejor película de acción y aventuras de este año, sin importar si proviene o no de un cómic, es Hellboy II: The Golden Army. Por cierto, después de ver al Príncipe Nuada solo me resta preguntar, ¿Cuándo podremos ver a Elric en el cine?
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