lunes, 3 de octubre de 2022

Moon Knight (primera temporada, 2022)

Me sigo poniendo al día con las muchas reseñas que tengo pendientes de los últimos meses, y toca turno a Moon Knight, primera temporada (o quizá miniserie) de Marvel Studios, desarrollada por Jeremy Slater y la cual forma parte de la Fase Cuatro del MCU. Cuenta con Mohamed Diab, Justin Benson & Aaron Moorhead como directores, y con un elenco encabezado por Oscar Isaac, Ethan Hawke, May Calamawy y F. Murray Abraham. Los seis episodios fueron liberados en Disney+ entre el 30 de marzo y el 4 de mayo.

Por décadas Moon Knight ha sido considerado como un héroe menor dentro de la mitología de Marvel Comics, y aunque ha tenido etapas interesantes y de gran calidad, es difícil argumentar en contra de esa percepción. Hace unos años se especuló que podría ser una expansión de los Defenders, héroes urbanos que protagonizaban las series desarrolladas por Netflix y Marvel Entertainment a partir de 2015, pero cualquier plan al respecto se vino abajo con el fin de aquella sociedad en 2019.

En esa fecha expiraba el trato de Marvel con Netflix, y tras el lanzamiento a inicios de 2018 de ESPN+ se esperaba que Disney desarrollara su propia plataforma de streaming, lo que hacía improbable una extensión. Además, una reestructuración interna en Marvel puso a Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, al frente de Marvel Entertainment, incluyendo cómics, televisión y animación, lo que eliminó toda posibilidad de que alguna propiedad de la compañía se produjera fuera de Marvel Studios.

Moon Knight fue la sexta serie producida por Marvel Studios para Disney+ luego de los estrenos en 2021 de WandaVision, The Falcon and the Winter Soldier, Loki, What If...? y Hawkeye, y la primera centrada en un personaje que no hubiera aparecido antes en cine. En 2017 James Gunn había manifestado interés en una película del personaje, pero sin una propuesta concreta o tiempo para desarrollarla, y fue hasta 2018 que Feige confirmó que Moon Knight sería parte del MCU, pero sin comprometer una fecha.

Durante la edición 2019 de D23, Feige confirmó que Moon Knight sería una serie para Disney+, y meses después se anunció la contratación de Jeremy Slater como productor ejecutivo y jefe de escritores. A fines de 2020 se unió al proyecto como director y productor Diab, mientras que Benson y Moorhead se sumaron en enero de 2021 al tiempo que se anunció a Oscar Isaac, May Calamawy e Ethan Hawke como los actores para los roles principales. La serie se filmó durante la primavera y verano de ese mismo año.

La historia sigue a Steven Grant (Isaac), apacible y retraído empleado del Museo Británico que sufre de sonambulismo. Sus lagunas mentales son cada vez peores, pierde días enteros y a menudo recupera la conciencia en situaciones peligrosas. Pronto se revela que sufre de trastorno disociativo de identidad y Marc Spector, su otra personalidad, es un rudo mercenario que la mayor parte del tiempo se comporta como un imbécil y quien hizo un trato con Khonshu, dios egipcio de la luna, para servir como su avatar en la Tierra.

Los problemas de Steven/Mark derivan de que, bajo la identidad de Moon Knight (Caballero Luna), el avatar de Khonshu, debe detener a Arthur Harrow (Hawke), un fanático y antiguo avatar del dios y quien ahora está obsesionado con despertar a Ammit, la devoradora de almas, una diosa con ideas tan radicales que los otros dioses la aprisionaron en una estatua para proteger a la humanidad. Harrow busca un amuleto que esconde la clave para hallar el lugar en que está atrapada, y no se detendrá ante nada para obtenerlo.

Para complicar más las cosas, aparece en escena Layla (Calamawy), la esposa de Marc, quien es además arqueóloga y aventurera. Pese a que no sabía del trastorno de su marido, de inmediato siente una particular afección por Steven, que a su vez se enamora de inmediato. Esto complica aún más las cosas, pues los cambios de personalidad dominante se vuelven aún más erráticos y frecuentes, y con Harrow tan cerca de lograr su objetivo, esa clase de distracciones pueden ser algo muy peligroso.

Muchos de los elementos argumentales de esta serie están tomados directamente de los cómics del personaje, que a lo largo de los años han hallado diferentes formas de interpretar el tema de las personalidades múltiples, aunque me parece que nunca llegó a tener el impacto emocional que se logra aquí, en buena medida gracias a la excelente interpretación que realiza Isaac de los distintos aspectos de la psique del protagonista, además de que los responsables de la serie se toman el tiempo para explorar el origen de su trauma.

Con semejante complejidad argumental no es de extrañar que el tono y ritmo de la serie se sientan un tanto erráticos, aunque nunca es algo que se convierta en una distracción. Al iniciar la historia con Steven como protagonista, el espectador se ve forzado a compartir su situación, esa incómoda incertidumbre al no entender del todo qué es lo que está sucediendo, con la contra de que eso puede alienar a una parte de la audiencia si ésta no tiene la paciencia y disposición de esperar a que el misterio se explique y desarrolle.

Además de la gran actuación de Isaac me parece importante destacar el trabajo de Ethan Hawke como el villano principal de la serie. Luego de ver el complejo personaje al que da vida aquí y su excelente labor en la reciente película The Black Phone es un tanto difícil de creer que nunca antes haya interpretado a un villano. La naturaleza obsesiva de Harrow y su pasado como avatar de Khonshu añaden intriga a la historia y ayudan a evitar el uso de exposición para revelar detalles de la relación entre los dioses y sus avatares.

De modo similar, May Calamawy se convierte en una figura importante, pues el personaje de Layla añade peso emocional a la historia y crea un ancla sentimental para Marc/Steven, lo que además evita que la trama se desarrolle sólo alrededor de la búsqueda de una reliquia. En ese sentido, su rol como arqueóloga también aporta a esa parte de la historia, y que su propio pasado esté ligado al trauma y esfuerzos de Marc por redimir los errores de su pasado, al tiempo que justifica la inclusión de un personaje egipcio es un beneficio adicional.

En eso último resulta de particular importancia la elección del personal a cargo de la serie. Aunque la experiencia de Jeremy Slater con las adaptaciones de cómic ha sido accidentada (sus guiones para Fantastic Four [2015] y Death Note fueron severamente modificados antes de llegar a la pantalla), ha tenido gran éxito como escritor y productor de televisión en proyectos que lidian con superhéroes (The Umbrella Academy) o lo sobrenatural (The Exorcist), temas que se entremezclan en Moon Knight.

Del mismo modo, la inclusión como director y productor de Mohamed Diab ayudó a crear una respetuosa interpretación de la sociedad egipcia contemporánea para usar como fondo para una historia de corte fantástico, lo que es muy notorio en la selección musical presente a lo largo de la serie, y en el diverso elenco de reparto que ofrece una adecuada representación de actores de aquella parte del mundo, lo que sin duda se vio reflejado también en la atención al detalle en varios aspectos de la construcción de mundo de la historia.

Volviendo al tema de las actuaciones, Isaac usa su formación multicultural para dar forma a las distintas personalidades del protagonista, cada una con sus propios manerismos y un acento distintivo, y aunque el talentoso actor fue criticado por el peculiar acento británico usado para Steven, fue un recurso más que efectivo, sobre todo una vez que vimos interactuar entre sí a los distintos aspectos del personaje, secuencias que ayudaron a poner evidencia el gran trabajo que el actor guatemalteco realiza al construir personajes.

Slater y su equipo de escritores hacen un gran trabajo al integrar con coherencia las aparentemente dispares partes de una compleja trama que explora temas como identidad y trauma que además hace planteamientos filosóficos y añade un toque de mitología que suma capas al Universo Cinematográfico Marvel, lo que prepara el camino para explorar nuevas direcciones. Además, mientras otros proyectos de superhéroes parecen evitar conscientemente el esquema del viaje del héroe, aquí es usado de una forma efectiva y entretenida.

Muchos rehuyen a forjar sus historias de acuerdo con esa estructura porque muchos de sus elementos se han explotado tanto que se han convertido en clichés, pero en vez de evadirlos, el equipo encabezado por Slater y Diab les saca provecho y los usa a su favor. Otro ejemplo de la efectiva manera en que usan los simbolismos lo hallamos en lo que hacen con los espejos, que se convierten en una forma de externar los monólogos internos que ofrecen una representación visual de la fragmentada psique de Marc.

Moon Knight era un proyecto complicado sobre el que había mucha presión. No sólo fue la primera serie de Marvel Studios/Disney+ en presentar a un personaje poco conocido y sin apariciones previas en las películas de la franquicia, sino que se trata de un antihéroe cuyas raíces judías y trastorno mental lo volvían el blanco de un escrutinio público que poco o nada tiene que ver con la calidad de la serie o la historia que en ella se cuenta, y los responsables hallaron el modo de salir bien librados.

Claro que la serie no es perfecta, y aunque se trata de una historia interesante y con varios grados de complejidad, contada de una forma entretenida y que logra un buen balance entre drama, acción y humor, el ritmo al que avanza la serie es una queja común entre la audiencia, y hay algo de razón detrás de ella. La necesidad de presentar a Steven y darle peso a su personaje algo de peso antes de introducir el conflicto principal de la historia resulta en un par de episodios iniciales que se sienten un tanto lentos.

En ese sentido, aunque las series de Marvel Studios para Disney+ han optado por estrenar un episodio cada semana, Moon Knight es la clase de historia que se habría beneficiado de ofrecer toda la historia de golpe, pues es más fácil seguir el viaje de descubrimiento y desarrollo de Marc al ver los episodios de corrido y sin necesidad de preocuparse por el ritmo narrativo, evitando la impaciencia natural que genera una historia que deja la sensación de que tarda demasiado en revelar las respuestas a sus cuestionamientos.

Otra queja común con las series de Marvel es que las temporadas de seis episodios son demasiado cortas, pues aunque dejan a la audiencia deseando ver más (lo que es bueno), se sienten un tanto apresuradas en su último episodio. En el caso de Moon Knight esto se suma a la incertidumbre sobre el futuro del personaje, pues Feige y la gente de Marvel se han referido a ésta como una miniserie, lo que descartaría la existencia de una segunda temporada, y sin planes obvios de que el personaje se traslade al cine.

Moon Knight es la serie más oscura de Marvel Studios, y por momentos se siente más cercana al tono de las series producidas hace unos años para Netflix que al de las otras producciones del MCU pero, considerando que el estudio está por retomar a muchos de los personajes que aparecían en esas series puede tratarse de una señal de una mayor diversidad tonal de cara al futuro, sobre todo considerando que toda la historia tiene lugar lejos del omnipresente escenario en que se ha convertido la ciudad de Nueva York.

Aunque Marc, Steven y Layla tienen arcos de personaje completos y la historia de Harrow recibe una conclusión definitiva, quedan abiertas muchas interrogantes. La escena a mitad de los créditos se siente como un ambiguo desenlace, un epílogo que insinúa que quedan temas por explorar y preguntas que responder, pero meses después de completada esta primera (¿única?) temporada, aún no está claro si alguno de estos personajes tiene un futuro dentro del MCU. Espero que así sea.

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