jueves, 14 de abril de 2005

Pensamientos sueltos sobre la Magia

La Magia es el arte o conocimiento con que se pretende producir, ya sea con actos, palabras o talismanes, o con la intervención de seres sobrenaturales, resultados contrarios a las leyes físicas y dominio sobre las personas, la naturaleza y las fuerzas desconocidas que la gobiernan. A diferencia de los Milagros o los Prodigios que se atribuyen a seres místicos, la magia se ejecuta de manera consciente por un ser humano. La finalidad de la magia es controlar lo incontrolable.

Es este sentido, las personas ignorantes interpretan como artes mágicas casi todo lo que no entienden y que para otras personas o culturas es normal y hasta mundano, como los medicamentos, las armas balísticas, los teléfonos celulares o el Internet. El escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke dijo una vez que 'cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia', tema que llegó a utilizar en sus novelas.

Entre los propios magos hay distinciones: la magia (normal) es un sinónimo de prestigitación y se utiliza para referirse a los trucos que realiza una persona para hacer creer a otros que está pasando por encima de las leyes de la naturaleza. Los auténticos brujos y magos llaman a sus ártes esotéricas Magick en honor a la tradición de Aleister Crowley, el último gran mago del siglo XX, y afirman que en realidad pueden alterar la realidad, aunque muchos de sus trucos están basados en disciplinas esotéricas arcanas que en estos días causan poca sorpresa. Muchos magos prestidigitadores se dedican a desenmascarar milagros y a sus autores por todo el mundo, en la tradición iniciada por el famoso mago Houdini.

La Magia siempre ha sido mal vista por las grandes religiones, quienes desean el monopolio de la comunicación con Dios y el control supernatural de los elementos (real o imaginario) como mecanismo de control de sus fieles. Son famosas las quemas de brujas a lo largo de toda Europa y en Norteamérica durante los siglos XIV al XVII, y hasta se publicó un Manual para detectar brujas y seguidores del Diablo denominado 'Maleus Maleficarium' (martillo de brujas) que curiosamente sería una de las bases para la creación de la ley y el derecho moderno.

1 comentario:

  1. Yo pensaba que el último gran mago del siglo XX era uno de dos: o Alan Moore, o Grant Morrison! :)

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