Una de las principales razones para considerar revivir este blog es la poca paciencia que le tengo al funcionamiento de las redes sociales, en particular Facebook, y al interés de que cuando escribo algo tenga después alguna forma de consultarlo si es que lo necesito. Cuando se trata de algo sobre cómics, a veces (aunque no siempre) se convierte en un artículo para La Covacha, Pero cualquier otra cosa acaba, usualmente, como un mini-rant en Twitter.
Me han preguntado por qué no soy fan de las redes sociales más populares, y es algo bastante simple: sus políticas me parecen tontas, aún cuando entiendo que obedecen al interés de capitalizar sus plataformas, mismas que son de uso "gratuito" para sus millones de usuarios. En el caso de Facebook está el tema del algoritmo que nadie entiende y con el que la plataforma "filtra" las publicaciones de tus contactos para ofrecerte el contenido "más interesante". La versión web para computadoras de escritorio permite elegir entre las historias más recientes o "las mejores" en tu timeline, pero no existe garantía alguna de que verás lo que esperas o desearías.