Del mismo modo que pasó en los años sesenta con la música, un par de décadas después los cómics en Norteamérica vivieron su propia Invasión Británica, que llevó a muchos de los autores más talentosos en la historia del medio a trabajar en la industria del cómic estadounidense. St. Swithin's Day, el título que nos ocupa en esta ocasión es obra de un par de esos creadores, pero no vio la luz en América hasta casi diez años después de su publicación original en Gran Bretaña.
Trident era una antología bimestral publicada en el Reino Unido por Trident Comics. Lanzada en 1989, en sus páginas aparecieron trabajos de autores que ya eran conocidos, como Neil Gaiman, Grant Morrison o Eddie Campbell, así como de creadores nuevos, como Mark Millar o Paul Grist. Y fue ahí que se publicó por primera vez St. Swithin's Day, historia dividida en cuatro partes de seis páginas cada una, con tal éxito y aceptación que pocos meses después de que apareció la última parte se publicó una edición con la historia completa totalmente a color.
Hoy día es muy difícil encontrar copias de esa edición, y nadie sabe que fue de las guías de color que se usaron en ella, pues aparentemente se perdieron luego de que Trident cerró sus puertas en 1991. Ésa fue una de las razones por las que cuando Oni Press decidió reimprimir la obra para el mercado estadounidense lo hizo en blanco y negro, tal y como la historia se publicó originalmente, pero en un sólo número, de forma similar a la edición recopilatoria de Trident y bajo una nueva portada realizada por el propio Grist.
La narración se presenta en primera persona, desde el punto de vista del protagonista, lo que ayuda a una rápida caracterización. Este recurso es particularmente efectivo por la personalidad taciturna y solitaria del muchacho, quien intenta lidiar con el pasaje a la edad adulta entre sentimientos de ira y angustia adolescente, lo que por momentos recuerda a Catcher in the Rye (El guardián en el centeno), la clásica novela de JD Sallinger. Morrison parece admitir ésta influencia al poner el libro en la historia, en una escena que además hace referencia a un famoso asesino.
El arte de Grist, pese a que todavía no muestra del todo el peculiar estilo ni la limpieza de líneas a que nos hemos acostumbrado en años más recientes por su trabajo en títulos como Kane o Jack Staff, ya hace uso de un eficiente diseño de página y un naciente dominio del uso de luz y sombras para crear atmósferas con una efectividad de la que pocos artistas pueden presumir, y en este caso se convierte en el complemento ideal para la sombría historia de Morrison.
En su momento la temática de esta historia causó cierta controversia en el Reino Unido, aunque en buena medida se debió a la cobertura que recibió en uno de los tabloides sensacionalistas más famosos de aquel país. Aunque se trata de una historia claramente ubicada en un momento histórico muy específico y a que alude a una situación local, el trasfondo y tema central que presenta se mantienen vigentes y tienen un carácter universal que resiste las pruebas del tiempo y la distancia de forma sobresaliente.
St. Swithin's Day no es una épica historia de superhéroes o la clase de relato que sorprenda por sus giros argumentales, y tampoco es una odisea surrealista, algo que hemos venido a esperar en el trabajo reciente de Morrison. Por el contrario, se trata de una historia firmemente plantada en la realidad pero no por ello menos entretenida e interesante, y sin duda muestra una faceta importante de la obra del talentoso autor escocés, que quizás merezca volverse una presencia frecuente en estas Recomendaciones de la Comicteca.
St. Swithin's Day
Arte: Paul Grist
Fecha de publicación: 1989-1990 (Trident # 1 - 4); 1998 (Oni)
Formato: 24 páginas tamaño estándar en blanco y negro.
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