¿Qué obtienes cuando mezclas a un guionista primerizo, el debut cinematográfico de un director de televisión, una premisa predecible y una técnica de edición y narrativa pretenciosa pero mal ejecutada? Vantage Point. O algo muy parecido.
El elenco está lleno de actores veteranos y de capacidad y talento probados, como William Hurt, Forest Whitaker, Sigourney Weaver, Dennis Quaid, y algunos otros más jóvenes y menos talentosos, como Eduardo Noriega y Matthew Fox, pero todos lidian con el mismo problema: el guion no les da con que trabajar.
Lo de Sigourney Weaver no cuenta como un cameo sólo porque tuvieron a bien darle algunas líneas en la película, pero su papel ni siquiera resulta medianamente relevante para la historia. Eduardo Noriega representa un enigma, porque parece tener potencial para ser un buen actor, pero su mala elección de papeles y pobre desempeño en la mayoría de ellos me hace pensar que nunca lo será. Dennis Quaid interpreta a Thomas Barnes, agente del servicio secreto famoso por haber recibido una bala dirigida al presidente un año antes.
Quaid no es un gran actor, pero sabe apoyarse en su carisma y en el talento que lo acompaña en pantalla, aunque en Vantage Point su personaje es demasiado inverosímil para que su carisma lo rescate, y la mayoría de sus escenas dramáticas son con Matthew Fox (o sea que está solo), así que debe cargar con el peso dramático de un un incoherente e irregular thriller.
William Hurt interpreta al presidente de los EU, lo que lo convierte en el objeto de la trama más que en su protagonista, en tanto que Forest Whitaker es un testigo de los hechos cuya importancia crece en el único sub-plot de la historia, mismo que en un extraordinario caso de serendipity termina siendo esencial para el desenlace de la película. Probablemente esa condición de ajenos a la historia de parte de los personajes de Hurt y Whitaker sea la que les permita mencionar esta película en su curriculum con la autoestima intacta, pues cumplen con desarrollar a sus personajes dentro del pequeño mundo a que sus papeles fueron confinados, viviendo en los márgenes interior y exterior de el caos que resulta la película
La premisa de la historia es que sólo se comprende por completo después de integrar los diferentes puntos de vista de los personajes de la misma. Después de llegar a algún punto de peso argumental, la historia retrocede hasta la misma hora y empieza a ser contada de nuevo pero siguiendo a otro personaje.
El problema es que la pobre edición y lo mal ligados que resultan estos puntos en el guión lo convierte en una experiencia repetitiva y frustrante, sobre todo porque no es original y todas las veces que lo hemos visto antes han sido mejores. Pulp Fiction, Groundhog Day, Run Lola Run, Memento, Magnolia, Short Cuts... diablos, incluso Amores Perros, son ejemplos de narrativa no lineal o compuesta que resultan mucho mejor logrados que Vantage Point.
Existen muchos errores menores que, en vista de los enormes problemas de la historia, resultan prácticamente insignificantes, sobre todo en lo que se refiere al lugar donde se suceden los hechos.
La película se filmó en Cuernavaca, Puebla y Santa Fe (en el DF), con unas cuantas tomas exteriores realizadas en Salamanca, España. Las señales de tránsito y los taxis en la secuencia final (VW Sedán verdes) son emblemáticos de la Ciudad de México, pero supongo que eso sólo lo detectarán quienes vivan en o conozcan esas locaciones.
A favor solo podría mencionar un par de secuencias de persecución bien filmadas y medianamente emocionantes, una a pie y una en autos, pero creo que si quisiera ver secuencias de acción sin una historia que las acompañe debiera poder elegir otra clase de película. Solo para matar el tiempo y en caso de que no tengan ninguna otra opción.
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