sábado, 14 de mayo de 2005

Kingdom of Heaven (Cruzada, 2005)

Hace tiempo que no escribía una reseña de cine, pero en el caso de Kingdom of Heaven (Cruzada) hay elementos que, si no restan objetividad a mis comentarios, dan mayor peso a elementos que pudieran considerarse menores, así que dividiré el comentario en dos partes. Aquí trataré de apegarme a una valoración de la cinta, y en un par de días, publicaré un segundo texto (Pueden leerlo aquí), más personal y subjetivo. Así también evito que este post sea demasiado largo.

Reino de los Cielos es el título que debió llevar la cinta estrenada en nuestro país como Cruzada. Dirigida por Ridley Scott, Kingdom of Heaven es la más reciente adición al renovado gusto por las cintas de corte épico, al que Scott se aventuró hace unos años con Gladiator. Esta película confirma al veterano realizador como uno de los directores más capaces en Hollywood. En años recientes parecía haber perdido la sensibilidad para contar historias desde una perspectiva personal, lo que considero era uno de los elementos más importantes en algunos de sus mejores trabajos, como Blade Runner o Thelma and Louise.

Aunque el director ha contado con buenos actores en algunas cintas recientes, como Hannibal o Gladiator, el resultado se sentía frío e impersonal. Hannibal depende del impacto de algunas de sus escenas o de la grandiosidad de los paisajes para ser una experiencia visual impresionante, pero la historia sufre por la frialdad con que es contada.

En Gladiator ocurre algo muy similar. Los protagonistas son más arquetipos acartonados que verdaderos personajes, y el abuso de CGI en la recreación de Roma no ayuda a humanizar la cinta, cuyo aspecto más valorado parece ser la capacidad de Scott para dirigir escenas de batalla. Pero Scott parece haber aprendido la lección. En Blackhawk Down cuenta una historia basada en hechos reales sin caer en la tentación de tomar partido.

En un momento histórico en que cualquier tema relacionado con la guerra o el ejército estadounidense parece ser usado como propaganda, Scott enfoca su atención en un grupo de personas que lidian con una difícil situación, mostrando las reacciones y motivaciones que tienen para hacer las cosas, en vez de conformarse con hacer otra cinta sobre la capacidad de las fuerzas armadas norteamericanas para sobreponerse a la adversidad.

Con Kingdom of Heaven hace algo parecido. En lugar de un recuento histórico de los eventos alrededor de las cruzadas, decide contar una historia de búsqueda personal, centrando su atención en un joven herrero que acaba de perder a su esposa y al hijo que esperaban. Balian es buscado entonces por Godfrey, Barón de Ibelin, un noble caballero asentado en Jerusalén quien le informa que es su padre y le gustaría llevarlo consigo de vuelta a Tierra Santa.

Balian acepta abandonar Europa con la esperanza de hallar paz interior en el lugar de la muerte de Cristo. Mucho se ha criticado que la cinta no profundiza más en los personajes y que Scott no haya sacado mayor provecho de actores de la talla de Liam Neeson o Jeremy Irons, pero me parece que el problema no es tanto con su desarrollo, sino con que deja que sus personajes pasen a segundo plano o sean ignorados en el último tercio de la cinta.

Y es que, aún si el peso principal del relato cae enteramente sobre el personaje de Balian, me parece que pudo ser interesante dar un rol más relevante a otros miembros de su elenco, sobre todo a los mencionados, que cubren los roles de padre y mentor del protagonista, así que tanto ellos como lo que le enseñaron a lo largo de los años tiene gran peso en muchas de las decisiones que toma Balian y no hubiera estado mal ver más de su relación con ellos.

Orlando Bloom, sin un nivel interpretativo sobresaliente, presenta un personaje creíble y sin duda es su mejor trabajo a la fecha. Renglón aparte es Edward Norton que, pese a aparecer todo el tiempo tras la máscara del rey de Jerusalén, construye un personaje sólo con sus ojos y voz. Pero quizá lo más atractivo de la película sea la cinematografía. Los paisajes y escenarios empleados, así como el montaje de las escenas hacen que valga la pena el boleto.

Para no extenderme demasiado, baste decir que Kingdom of Heaven es una cinta épica de tintes históricos que, sin ser la mejor del género, es más satisfactoria y está mejor lograda que cintas como Gladiator, Alexander, o King Arthur. Es importante señalar que el corte original duraba casi tres horas y media hasta que el estudio eliminó más de una hora de escenas. Habrá que esperar un Director's Cut para ver si la versión de Scott era más profunda que la que vimos en cines.

Creo que la mayoría de las críticas negativas vienen de gente que se ofendió por la forma en que la historia aborda las diferencias que existen entre cristianos y musulmanes, sin comprometerse con ninguna de las partes. En ese aspecto, coincido con la opinión del afamado crítico de cine Roger Ebert: "Si logras que ambos bandos se molesten, algo debes estar haciendo bien".

1 comentario:

  1. En mi opinión, la película tiene un sólo defecto: el guión.

    A lo mejor tiene que ver lo que mencionas Beto, en el sentido que la película fue recortada.

    Pero las actuaciones son muy buenas, la fotografía es genial y la dirección también es bastante buena.

    En lo particular me encantó la batalla final, de la defensa de Jerusalem. La estrategia para defender la ciudad es genial.

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