Como ya han notado, una parte importante del contenido de este blog es el cine, así que no podía dejar que termine enero sin hacer un rápido repaso de mis películas favoritas del año pasado. Además del recordatorio habitual de que no soy crítico profesional, creo prudente señalar que me gusta valorar las cosas tomando en cuenta la intención percibida y las expectativas alrededor de cada película, por lo que no debe sorprenderles ver películas de horror, acción e incluso superhéroes en esta lista.
También les recuerdo que, debido al tema de la salud de mis ojos y las múltiples cirugías a que me tuve que someter, no vi en cine nada (salvo una excepción) que se haya estrenado en el primer semestre del año, aunque algunas películas de ese periodo ya las cacé en servicios de streaming. ¿Hay algo interesante que me haya perdido de ese periodo? Me encantaría que me lo hagan saber en los comentarios o a través de Twitter. Sin más, les comparto algunas de mis películas favoritas de 2019, sin un orden particular.
La más reciente película del director coreano Bong Joon-ho es una auténtica maravilla. Con una historia que salta sin problema alguno entre géneros que van de la comedia costumbrista al drama o suspenso, y con una fuerte carga de crítica social. Pocas veces he visto una película tan redonda y bien lograda como esta aclamada historia, y no es sorpresa que ya haya una versión occidental en preparación, en formato de miniserie.
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Rian Johnson crea una historia de misterio y suspenso que recuerda a las historias de detectives de Agatha Christie y la envuelve en un traje de comedia negra, aderezada con un fuerte comentario social y donde saca el mayor provecho a un espectacular elenco grupal que ejecuta a la perfección un guion muy bien armado, obra del mismo director. De lo más divertido del año pasado.
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Taika Waititi era uno de los secretos mejor guardados del cine, pero entre Thor: Ragnarok en 2017 y Jojo Rabbit en 2019 creo que eso está a punto de cambiar. Esta película es una divertida mezcla de comedia y drama que usa una combinación de humor negro y crítica social para explorar el peso que la propaganda sistémica puede tener sobre un inocente niño en la Alemania nazi, al grado de que el amigo imaginario del joven Jojo es el mismísimo Adolf Hitler.
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La novena (o décima, dependiendo como cuenten Kill Bill) película de Quentin Tarantino nos lleva al Hollywood de los años sesenta, donde una vieja estrella de TV busca formas de revitalizar su carrera en el cine, una industria cambiante que parece ya no tener lugar para él. Una rara mezcla de géneros que funciona como carta de amor a Hollywood, coronada por las excelentes actuaciones de Leonardo DiCaprio y Brad Pitt.
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El ambicioso universo compartido creado por Kevin Feige y el vasto equipo de Marvel Studios culminó una historia construida a lo largo de once años de forma espectacular. Los hermanos Russo son responsables de una épica de acción y aventura que difícilmente podrá ser igualada, y que a pesar de ser la culminación de un largo ciclo de películas, constituye quizás el más grande despliegue de lo que puede ser el género de superhéroes.
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Si de superar expectativas se trata, la saga de John Wick es el perfecto ejemplo. Luego del sorpresivo éxito de la primera película, en 2014, no parecía haber necesidad de una secuela, pero se hizo y funcionó. Del mismo modo, se antojaba innecesaria una tercera entrega, pero nos la dieron, y vaya que valió la pena. Pocas veces hemos visto tan elaborado despliegue de violencia en pantalla, por lo que el hecho de que pueda ser presentada de una forma tan estética y bien lograda es una verdadera hazaña.
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Muchos creían que después de Hereditary no había forma de que Ari Aster pudiera volver a crear una película así de perturbadora, pero Midsommar lo logra sin problema alguno. Un viaje de verano de un grupo de jóvenes universitarios se convierte en una pesadilla cuando se ven atrapados en los ritos de una comunidad apartada de la civilización en el norte de Europa en lo que debe ser la más violenta representación de un choque cultural que hayamos visto jamás en pantalla.
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Y si de horror se trata, hay una importante vertiente en el género en que el humor forma una parte integral de cómo contar estas historias, y Ready or Not fue una de las más gratas sorpresas del año. Creo también que Samara Weaving está a punto de convertirse en una estrella, así que si pueden ver esta divertida película llena de comentario social, sangre y una historia de amor, háganlo, no se van a arrepentir.
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Las películas de autos de carreras suelen usar una fórmula que garantiza su éxito, mezclando secuencias de acción con autos atractivos y un poco de drama entre carrera y carrera, pero James Mangold lleva la fórmula más allá con este entretenido recuento de la rivalidad real que se dio en los años sesenta entre las dos grandes compañías del título, misma que culminó en las 24 horas de LeMans en 1966. Las actuaciones y el excelente trabajo de cámara redondean una de las mejores películas de 2019.
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El cine bélico ha sido una parte importante de las producciones occidentales desde hace varias décadas, pero la tensión lograda por Sam Mendes en esta peculiar experiencia inmersiva pone a su cinta sobre la primera guerra mundial en una categoría aparte. Si no por otra cosa, recomiendo que le echen un vistazo para disfrutar del innovador trabajo de cámaras realizado para ponernos en las trincheras o en la tierra de nadie justo al lado de los protagonistas.
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Menciones honoríficas: Little Women, de Greta Gerwig; Ad Astra, de James Gray; Us, de Jordan Peele; The Lighthouse, de Robert Eggers, y Captain Marvel, de Anna Boden y Ryan Fleck.
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