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lunes, 31 de julio de 2006

Predicando para el Coro: Superman como ícono popular

Superman Returns ya se estrenó en la mayor parte del mundo. Pasaron veinte años para que el Hombre de Acero regresara a la pantalla grande, y tomando en cuenta que la tercera y cuarta partes de sus aventuras son algo que muchos fans preferirían olvidar, podríamos decir que la espera fue aún mayor.


En lo personal, hace muchos años que no sigo cómics de Superman, y sólo leo algunos números o especiales de forma ocasional. En la primera entrega de Predicando para el Coro hablé un poco sobre el papel de Superman en mi afición (¿adicción?) a los cómics, así que tal vez les resulte extraño confesar que no leo cómics del personaje, pero es una decisión basada en la calidad actual de los mismos. 


Lo que es un hecho es que estoy seguro de que no necesitas leer sus cómics para conocerlo, e incluso me atrevería a afirmar que hay millones de personas en el mundo que saben quién es Superman y pueden identificar el emblema en su pecho, quizás mejor que muchas banderas o escudos nacionales o que cualquier logotipo de marcas comerciales, sin haber jamás leído un cómic.

¿Cuál es la causa de la popularidad del personaje? ¿Cómo pudo la creación de un par de jóvenes judíos criados en una ciudad industrial de Estados Unidos convertirse en un ícono de la cultura popular en todo el mundo? Teorías hay muchas. Sociólogos, psicólogos, mercadólogos y demás especialistas han buscado durante años explicar el fenómeno representado por el personaje. No sé que tan válido sea lo que pueda aportar después de tantos especialistas, pero de todos modos lo voy a intentar.

En la versión fílmica de Bryan Singer hay una línea que me llamó la atención. Cuando Superman reaparece y Perry White reparte asignaciones a sus reporteros, les plantea una interesante interrogante. "¿Aún está a favor de la verdad, la justicia, y todo lo demás?". Lo interesante de la pregunta es la omisión del otro elemento que solía asociarse a la figura de Superman: el "american way", o "el estilo americano".

Supongo que la omisión fue intencional y probablemente con dos ideas en mente. Primero, la universalidad del personaje, que hace mucho trascendió la idea de fronteras y su natural asociación con el país donde fue creado. La segunda, tratar de deslindarlo de cualquier posible asociación con la política norteamericana y el actual papel (autoimpuesto, claro) de los Estados Unidos como la policía del mundo.

Me explico. El denominado "american way" es una idealista y romántica presunción de lo que se supone representaban los Estados Unidos para los desposeídos del mundo, esa idea del santuario a donde podían acudir huyendo de la persecución política, ideológica o religiosa de la cual pudieran ser víctimas, una tierra de libertad y oportunidades iguales para todos, el lugar donde cualquiera podía realizar el "sueño americano" y tener éxito en cualquier empresa que emprendiera.

Y la figura de Superman era fácil de identificar con ese ideal. Se trata del inmigrante definitivo. Incluso podría considerársele como un refugiado. Es el último sobreviviente de un mundo que ya no existe, obligado a vivir en un mundo extraño y lejano al que aprende a considerar su hogar. Un lugar que le abrió los brazos y lo recibió como propio sin importar su origen. Y como un inmigrante convertido en el héroe más grande del mundo es inevitable que se le asocie con la idea del sueño americano.

La asociación de Superman con la figura del forastero o inmigrante puede entenderse como un reflejo de sus creadores. De forma consciente o no, los autores tienden a proyectar rasgos de su personalidad, sus sueños y miedos, aspiraciones y temores, en su trabajo. El padre de Jerry Siegel murió asesinado por un disparo de bala, así que no debiera sorprendernos la invulnerabilidad de Superman. Siegel y Schuster venían de familias de inmigrantes, y como judíos siempre fueron conscientes de su condición de forasteros sin importar cuanto tiempo llevaran viviendo en América.

Pero Superman trascendió todo eso. Es difícil asociar a los Estados Unidos de hoy día con el idealismo tras el "american way". Pero Superman no tiene ese problema. Quizá esa sea una de las razones que lo hacen atractivo para la gente de todo el mundo, que los ideales que representa son valores universales que no tienen nada que ver con ideas políticas o restricciones fronterizas, porque Superman no nació en ningún país de este mundo y por tanto no representa a ninguno, porque personifica una aspiración universal del ser humano, la idea de ser mejor persona.


Como mencioné antes, existen muchas formas de interpretar lo que Superman representa, porque todas nuestras observaciones son subjetivas. En mi columna sobre identidades secretas mencioné una cita de Kill Bill, de Quentin Tarantino, donde Bill comenta su visión de lo que representa Clark Kent. Para Bill, Kent representa todos los defectos y fallas del ser humano como las percibe Superman, y concluye que Superman utiliza su identidad secreta a manera de crítica o burla de la condición humana.

Neil Gaiman y Adam Rogers tienen una opinión distinta. En su artículo El Mito de Superman, publicado en la revista Wired (el cual pueden leer en español justo aquí), explican que Clark Kent representa aquello que Superman no podrá ser jamás por mucho que se esfuerce: un ser humano. Para ellos la elección de ser Clark Kent es la forma que tiene Superman de satisfacer su necesidad de pertenencia, de sentir que no está solo en un mundo extraño.

Para mí es un poco de ambas cosas. Clark Kent da a Superman la oportunidad de convivir y relacionarse con los seres humanos de un modo que jamás podría hacerlo como Superman. Le permite ser uno de nosotros. Es consciente de que como Superman representa muchas cosas y la gente lo ve como un ser perfecto, así que para diferenciarse de su otra identidad, como Clark Kent asume varios defectos y fallas. Usa anteojos, que representan una imperfección física, o quizás otra forma de ver el mundo. Se presenta como alguien débil e inseguro en oposición a la fuerza y determinación que lo distinguen.

Clark Kent es una crítica a la imperfección del ser humano al mismo tiempo que reconoce su complejidad. También puede entenderse como una alegoría aspiracional, pues representa el potencial de grandeza que se puede esconder detrás de la apariencia más insignificante. La capacidad de cualquier persona común para ser una mejor versión de sí mismo.

Superman puede representar muchas cosas. Puede ser el ideal inalcanzable de lo que quisiéramos ser o personificar nuestros valores. Puede ser el cínico reconocimiento de que para ser perfectos tendríamos que ser de otro mundo, o la negación definitiva de la condición humana. Y ese potencial de ser interpretado de diferentes formas es lo que lo convierte en un símbolo de proporciones míticas.

Mucho se ha escrito sobre los superhéroes como una mitología contemporánea, pero eso sería tema para otra ocasión. Por ahora sólo puedo decir que para mí Superman representa, entre otras cosas, un lazo irrompible con mi infancia, una forma de alcanzar al soñador que vive dentro de mí. Eso, y la firme creencia de que, de cierto modo, el hombre puede volar.



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