No es secreto que Ed Brubaker es uno de mis escritores favoritos, o que compro y leo a ciegas cualquier cosa que haga en colaboración con Sean Phillips. Hace unos meses comenté Reckless, una novela gráfica original publicada a fines de 2020, y hace unas semanas apareció el segundo volumen de la serie, Friend of the Devil: A Reckless Book.
Las ventas de las novelas gráficas publicadas en 2019, My Heroes Have Always Been Junkies y Bad Weekend, ambas dentro del mundo de Criminal, les dieron una idea de una nueva posibilidad, y el éxito de Pulp, publicada el año pasado, los convenció de dar el salto a novelas gráficas originales, así que al menos este año y el que viene estarán mayormente ocupados en historias de Reckless.
Ethan Reckless, personaje introducido en la novela gráfica anterior, es un ex agente del FBI que ahora trabaja por su cuenta, ofreciendo asistencia no oficial a quienquiera que lo necesite, lo que puede ir desde encontrar gente o cosas hasta realizar acciones más complicadas y no siempre legales. Su base de operaciones es un cine cerrado de su propiedad, en la ciudad de Los Angeles, con ayuda de Anna, una joven que lo ayuda a filtrar las llamadas de gente que solicita su ayuda, y lo asiste en sus pesquisas e investigaciones.
Esta segunda historia transcurre en 1985. Mientras Ethan investiga el paradero de un hombre que parece haber fingido su muerte años atrás, conoce a Linh, una joven vietnamita que vive en California desde que era niña. Empiezan una relación en la que ambos respetan la privacía y secretos del otro, más interesados en su presente que en sus respectivos pasados, al menos hasta que en una película independiente, parte de la colección privada de Ethan, Linh reconoce a su hermanastra, desaparecida unos años antes.
Ethan le promete hacer lo posible por localizarla, lo que lo lleva a sumergirse en el oscuro mundo del Hollywood de finales de los años setenta, cuando el decadente mundo de sexo, drogas y tráfico de influencias de la Mecca del Cine se vio exacerbado por la aparición de cultos y sectas que derivaron en lo que ahora seconoce como el "pánico satánico", cuando medios y sociedad desconfiaban de todo y de todos, y los excesos y secretismo de la industria del cine los convertía en sospechosos ideales de muchas cosas.
Las pesquisas de Ethan lo llevan a descubrir algunos de esos secretos y descubrir el paradero de muchos de los involucrados en uno de los cultos más influyentes y poderosos de aquellos años, en una escena menos oscura pero todavía llena de intrigas y secretos, que ahora involucran a grupos neo nazis y en los que se perpetúa el tráfico de influencias de décadas pasadas. ¿Podrá Ethan descubrir qué pasó con Maggie, la hermana de Linh, o sólo logrará atraer la atención de la gente equivocada?
Una de los aspectos más destacados en el trabajo de Brubaker es su capacidad para escribir diálogos. La narración en primera persona, tan característica de las historias noir y neo noir en cualquier medio, es difícil de hacer sin volverse un elemento molesto que fácilmente cae en extremos ridículos o termina por hacer que algunos giros argumentales resulten predecibles, pero aquí lo hace funcionar de gran manera y es algo que le sienta muy bien al tono de la historia.
La única queja que tenía de la historia en la primera novela de Reckless era que la historia, pese a estar ejecutada de forma impecable, era bastante convencional, pero ése no es el caso en esta segunda entrega. La mezcla de la sensibilidad noir que tanto le gusta a este talentoso autor con los soleados paisajes y playas de California le da un sabor especial a la historia, y la inclusión de inmigrantes vietnamitas, nazis, cultos satanistas y conspiraciones garantiza una historia única con identidad propia.
Al final de este volumen hay una nota de Brubaker en la que habla un poco acerca de su pasado y formación, y la forma en que algunas de esas experiencias informaron el contenido de esta novela gráfica en particular. Tal vez eso explique que los personajes y situaciones, pese al exagerado dramatismo que parece rodearlas, se sientan como algo real que podría sucederle a cualquier persona bajo ciertas circunstancias, y quizás también tenga algo que ver con la caracterización de algunos de sus personajes.
En cuanto al arte de Sean Phillips, no hay nada que pueda añadir que no haya dicho antes. Su labor narrativa es tan efectiva como siempre, y le saca provecho a expresiones faciales y lenguaje corporal para complementar la construcción de personajes y reforzar el tono específico de cada escena. la sinergia existente entre el trabajo de Phillips y los textos de Brubaker es parte de lo que los convierte en una dupla de narradores tan capaz y exitosa, y se nota la creciente familiaridad del artista con sus personajes, sobre todo Ethan y Anna.
Usa un diseño de páginas bastante conservador, pero muy efectivo, y crea un interesante contraste al romper la monotonía con el ocasional splash a página completa, o establecer el entorno de cada escena en viñetas que se olvidan de cualquier marco o sangría, ya sea en la parte superior o inferior de la página, que dan una cierta cualidad cinematográfica a sus encuadres y resultan bastante estéticos y agradables a la vista. Además, él mismo se encarga de realizar el rotulado, lo que garantiza que la composición de las páginas no se vea afectada.
Como ya es costumbre desde hace unos años, el color en el trabajo de Phillips es obra de su hijo Jacob, que emplea una paleta de tonos cálidos que da vida a los soleados paisajes californianos y es usada en un efectivo contraste con los tonos fríos que predominan en las escenas nocturnas. Además, juega con la desaturación para evitar que el resultado sea demasiado colorido y afecte la ominosa y decadente atmósfera de la historia. Ahora que el propio Jacob ha mostrado su talento como artista (en la excelente That Texas Blood) es fácil entender la forma en que entiende el valor del color como herramienta narrativa.
Friend of the Devil: A Reckless Book, es una novela gráfica original. Se publicó a finales de abril de este año en una edición de pasta dura de poco más de un centenar de páginas, que parece será el formato de toda la serie, y de momento no se han anunciado planes para ofrecerla en otro formato. La tercera novela gráfica de Reckless está anunciada para el próximo mes de octubre, y por lo que ha dicho Brubaker tiene un puñado de historias que contar con este singular personaje, así que seguiremos disfrutando de ellas por un tiempo.
Si les gustan los cómics de crimen o llenas de personajes con moralidad gris, la obra de Brubaker y Phillips en general es algo ue vale la pena checar, y las novelas gráficas de Reckless pueden ser también del agrado de quienes gusten de historias como Jack Reacher (sobre todo en su versión escrita) o The Equalizer. Friend of the Devil es una excelente novela gráfica, y no dudaría en recomendársela a casi cualquier lector, incluso si no acostumbran leer cómics.
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