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martes, 26 de octubre de 2021

Rosemary's Baby (El bebé de Rosemary, 1968)

En días pasados escribí un poco sobre The Exorcist (El Exorcista) y The Omen (La Profecía), así que supongo que lo correcto es completar la trilogía de grandes clásicos del horror religioso-sobrenatural con la película que cambió la percepción del cine de horror a finales de los 1960: Rosemary's Baby (El Bebé de Rosemary).

Basada en la exitosa novela de Ira Levin del mismo título y publicada en 1967, Rosemary's Baby es una película escrita y dirigida por Roman Polanski, y cuenta con las actuaciones de Mia Farrow, John Cassavetes, Ruth Gordon, Sidney Blackmer, Maurice Evans, Ralph Bellamy, Angela Dorian, Clay Tanner y Charles Grodin.

Fue la primera película americana de Polanski. Los derechos del libro los compró William Castle (House on Haunted Hill) con intención de dirigirla él mismo, pero uno de los productores en Paramount lo convenció de sólo producirla y dejarla en manos de alguien más "sofisticado".

La historia sigue a los Woodhouse, un joven matrimonio que se muda a un departamento en un edificio de estilo gótico. Guy (Cassavetes) es un actor en espera del papel que lo lance al estrellato, y Rosemary (Farrow) está embarazada. Debido a que él pasa demasiado tiempo fuera, Rosemary está sola la mayor parte del día, y cuando no está limpiando o arreglando su departamento, trata de socializar con sus vecinos, aunque poco a poco empieza a sentirse incómoda en el edificio.

Un matrimonio en particular, Minnie y Roman Castevet (Ruth Gordon y Sidney Blackmer), parecen ocultar algún secreto que la pone nerviosa, aunque no logra discernir de qué se trata. La preocupación por su embarazo y el aparente desinterés de su marido incrementan la sensación de desesperanza que empieza a apoderarse de ella, y mientras se siguen acumulando sucesos inusuales en el edificio, Rosemary empieza a creer que es blanco de una conspiración que busca dañar a su bebé.

No quiero decir más de la trama porque, si nunca la han visto, deberían hacerlo y experimentar de primera mano este clásico de horror y suspenso. Polanski escribió un preciso guion, bastante fiel a la novela, y poco a poco entreteje una historia de suspenso que dejaría orgulloso al propio Alfred Hitchcock, y con una sólida dirección y un manejo de cámaras e iluminación propios del mal llamado "cine de arte", además de un puñado de grandes actuaciones, crea un auténtico clásico del género.

La mención a Hitchcock no es gratuita, aunque se podría argumentar que la labor de Polanski en esta película supera a muchas creaciones del Amo del Suspenso. Para Hitchcock la trama era lo más importante, por encima de historia o personajes, y ésa era una de sus fortalezas, pues al dejar a sus personajes a merced de la trama, realzaba el suspenso y dejaba a la audiencia como testigo impotente de lo que ocurría a la gente en sus películas.

La trama de la novela magistralmente adaptada por Polanski podría funcionar de forma similar, pero el realizador francés de origen polaco hizo que los personajes, más que víctimas de la trama, fueran responsables de la misma: todo lo que ocurre es producto de las acciones de una o varias personas, y más allá del suspenso inherente a la trama, resalta el horror oculto en la historia, producto de gente como nuestros vecinos o compañeros de trabajo.

Es importante señalar que el guion de Polanski sigue la trama de la novela, pero cuenta la historia a su manera. El libro sigue la tradición del suspenso (y muchas historias de horror) al construir poco a poco un misterio con una gran revelación al final. En cambio, la película revela al espectador información desconocida para la protagonista, así que la revelación final es una sorpresa para Rosemary, pero no para la audiencia, lo que añade efectividad al horror de la protagonista.

La idea que la mayoría de la gente tenía del cine de horror en aquel entonces era muy limitada: películas de bajo presupuesto llenas de monstruos, mujeres en atuendos sugerentes y actores como Vincent Price o Christopher Lee envueltos en una capa. Pero Polanski mostró los alcances del género, usando el thriller de Levin para explorar temas como religión, violación institucional y liberación femenina, lo que resulta irónico dado lo que pasó después con su vida personal.

En su momento la película sorprendió a muchos, en buena medida por aquellos involucrados en su creación. Era una producción de un director famoso por el tipo de horror barato ya mencionado, y era el primer trabajo de Polanski dirigido al público estadounidense, con una actriz de televisión como protagonista. Parecía una receta para un desastre, pero hoy día esta cinta es considerada un clásico, no sólo del género, sino del cine norteamericano en general.

Gozó de aprobación inmediata de la crítica y recibió nominaciones a varios premios, sobre todo para el guion y dirección de Polanski, y las actuaciones de Mia Farrow y Ruth Gordon. En 2014 se sumó al National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de los EEUU al considerarla una obra con "relevancia estética, histórica o cultural". Además, fue uno de los primeros intentos por crear una franquicia de horror desde lo hecho por Universal y la Hammer.

En 1976 se realizó una secuela hecha para televisión, Look What’s Happened to Rosemary’s Baby (Mira lo que sucedió con el bebé de Rosemary), dirigida por Sam O'Steen, el coeditor de Polanski, y con Ruth Gordon de vuelta en el papel de Minnie Castevet. En 1997 el propio Levin publicó una secuela a su novela, titulada Son of Rosemary (El Hijo de Rosemary). En 2014 se hizo una adaptación de la novela original como miniserie, con Zoe Saldaña en el papel principal.

La película es motivo de referencias y homenajes en cine, TV, libros, cómics y videojuegos. Su leyenda creció al grado que por un tiempo se le consideró "maldita", incluso por el propio William Castle. Tras concluir la filmación, el productor tuvo que operarse de piedras en la vesícula. El compositor de la banda sonora, Krzysztof Komeda, sufrió un accidente que lo dejó en coma, y un año después Polanski perdió a su esposa, Sharon Tate, asesinada por la familia Manson.

Pero más allá de todo eso, Rosemary's Baby es uno de los grandes clásicos del siglo XX sin importar el género. Es una película elegante y estética que a más de 50 años sigue siendo una historia perturbadora y un gran ejemplo de cómo construir suspenso. En México no está disponible en plataformas de streaming, pero la pueden rentar en Amazon, Microsoft Store o Apple TV, o verla gratis (aunque doblada y con cortes comerciales) en pluto.tv. Sin duda una película más que recomendable.

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