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viernes, 10 de noviembre de 2006

The Prestige (El Gran Truco)

Hace unos días se estrenó en México con el título de El Gran Truco, The Prestige, la más reciente película de Christopher Nolan, director que ganó notoriedad hace años gracias a la innovadora estructura narrativa de Memento (Amnesia). Tras un remake de la noruega Imsomnia (Imsomnio) desapareció por un par de años, y volvió en 2005 para revitalizar la franquicia de Batman con Batman Begins (de la que escribí un par de extensos textos, que pueden leer aquí y aquí), donde trabajó por primera vez con Christian Bale y Michael Caine.

Esos dos actores, junto a Hugh Jackman y Scarlett Johansson, forman el elenco principal de The Prestige. La cinta cuenta la historia de dos magos a lo largo de sus carreras, marcadas por una rivalidad obsesiva, producto de una tragedia que ocurrió cuando ambos eran asistentes de otro mago.

Bale encarna a Alfred Borden, quien adopta el nombre artístico de "El Profesor", quien tiene un talento natural para ser mago pero carece del carisma y presencia escénica necesarios para destacar. Jackman da vida a Robert Angier, "El Gran Danton", carismático y teatral, pero sin inventiva o creatividad para diseñar nuevas ilusiones.

Caine interpreta a Harry Cutter, el ingeniero que construye los aparatos para los trucos de Angier y funge como principal testigo de la rivalidad entre ambos hombres. Johansson es Olivia, quien trabaja como asistente para ambos magos en diferentes momentos de la historia, pero quien me deja con la sensación de haber cumplido la misma función para Nolan. A lo largo de la cinta, Nolan explora la naturaleza obsesiva de sus protagonistas, dispuestos a todo para superar a su contrincante.

Sería injusto asumir que la obsesión y el egoísmo son los temas principales de la película pues, igual que en un truco de magia, lo evidente es sólo una ilusión, una fachada. Los personajes son complejos e interesantes con buenas actuaciones, incluyendo a los secundarios, casi irreconocibles respecto a como los hemos visto en otros papeles. David Bowie como Nikola Tesla (si no fuera por los ojos), Andy Serkis como el Sr. Alley (difícil reconocerlo sin algún acabado CGI), y Piper Perabo como Julia Angier (tal vez sea el peinado).

En lo personal disfruto cuando una película tiene una estructura argumental inteligente, y uno de los fuertes de Nolan es la forma de construir sus guiones. La película empieza con una advertencia, "Observen con atención", y se trata de un aviso justo, pues los giros argumentales pueden parecer bruscos o inesperados aun si no lo son. En ese aspecto me recuerda un poco a Fight Club, pues cada giro argumental es debidamente preparado, pero en ambas cintas el director demuestra su habilidad al hacer los pases y distraer la atención de la audiencia.

Existen muchos paralelos entre los magos e ilusionistas y los realizadores de cine. Su trabajo es entretener a una audiencia y para ello recurren a elaborados engaños y mentiras. El secreto para el éxito en ambas profesiones consiste en lograr que su audiencia olvide que lo que está viendo no es real, aunque sea por un rato. Incluso los actores pueden identificarse con el trabajo de un mago, pues en ocasiones la forma de presentar o vender la mentira es tan importante como lo elaborado e ingenioso de la misma.

Otro punto interesante de su estructura narrativa es la forma en que la película juega con la dualidad, tanto de personajes como en escenas que parecen duplicarse desde el punto de vista opuesto, o incluso situaciones presentadas como réplica o imitación de otra escena. La rivalidad profesional llevada al extremo del sabotaje y la agresión personal que viven Borden y Angier se ve reflejada en el enfrentamiento histórico entre Nikola Tesla y Thomas Edison.

Una escena entre Borden y su esposa se presenta dos veces, pero en tonos y situaciones diametralmente opuestas. Las escenas con ambos magos y el diario de su rival también pudieran considerarse como opuestos complementarios. Incluso el truco más importante de la película, que es al que hace referencia el título, pudiera ser visto como una réplica de otro truco que aparece previamente en la película (no diré cual, pero les recuerdo, "observen con atención").

En resumen, The Prestige es una muy buena película, tanto a nivel entretenimiento como por la calidad de su realización. La describiría como un ejercicio de simetría narrativa, pero no le haría justicia al excelente trabajo de guion y dirección de Nolan, quien ahora trabaja en Dark Knight, secuela de Batman Begins.

Como dato curioso, la descripción de las partes de un acto de magia no es del todo correcta. Según Christopher Priest, autor de la novela en que se basó Nolan, él inventó la terminología para su libro basándose en la similitud con 'prestidigitación'.

Y ya que estamos con datos inútiles (un área en la que podría decir que me especializo), Jackman y Johanson también actúan en Scoop, la más reciente película de Woody Allen (aún sin estrenar en México) en la cual entiendo que también hay magos entre los personajes principales.


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