The Babysitter (La Niñera - Netflix, 2017)

Ésta es una película que en su momento pasó debajo de mi radar, y de no ser porque hace unas semanas se estrenó su secuela y vi algunos avances, tal vez jamás me habría enterado de su existencia, o por lo menos no habría hecho un esfuerzo consciente por verla. Escrita por Brian Duffield y dirigida por McG,

The Babysitter (La Niñera) es una divertida comedia de horror que se estrenó en Netflix en octubre de 2017, justo a tiempo para la temporada de Halloween de ese año, y cuenta con las actuaciones de Samara Weaving, Judah Lewis, Hana Mae Lee, Robbie Amell, Bella Thorne y Emily Alyn Lind.

Cole (Lewis) es un tímido y retraído chico de 12 años que es atormentado por sus compañeros por su carácter, aunque cuenta con la protección de Bee (Weaving), su atractiva niñera, una chica de preparatoria con quien lleva una estrecha amistad y es quien lo cuida cuando sus padres, que intentan salvar su matrimonio, salen a pasar la noche fuera de casa. Eso pasará al día siguiente y Bee se quedará con Cole, razón por la que su mejor amiga, Melanie (Lind) lo reta a quedarse despierto después de su hora de ir a la cama y averiguar si Bee lleva a su novio para tener sexo en su casa.

Cole no está seguro de querer espiarla, pero se queda despierto y se siente intrigado al oír el timbre y varias voces, así que sale a espiar desde las escaleras a Bee, que juega en la sala con tres chicos y otras chicas de su edad, pero lo que parecía un "inocente" juego de botella se convierte en algo mucho más siniestro cuando uno de los chicos es asesinado por Bee y los demás, que parecen querer usarlo para un ritual satánico que requiere además la sangre de un inocente, que dan a entender es el propio Cole.

Asustado, Cole vuelve a la cama y finge dormir. Bee y los demás entran a su cuarto y le sacan sangre con una jeringa antes de volver abajo. Cole intenta escapar por la ventana, pero se desmaya antes de poder hacerlo, y cuando despierta está atado a una silla y rodeada por los jóvenes cultistas. Aprovecha una distracción para escapar, e inicia un mortal juego de escondidas mientras los otros intentan atraparlo en su casa y los alrededores y Cole usa los recursos a su alcance para evadirlos o enfrentarlos.

La historia puede no ser muy original, pero las actuaciones y una buena construcción de personajes, en combinación con un ágil trabajo de dirección, la convierten en una muy divertida opción de sangriento entretenimiento de temporada, que lo mismo hace guiños a las comedias adolescentes de décadas pasadas que a lo que pudo ser Home Alone (Mi pobre Angelito) si Kevin McAllister (el personaje de Macaulay Culkin) no hubiese tenido reparos en recurrir a la violencia extrema para salvar su vida y proteger su hogar.

Los seguidores de Bee son una colección de cliches que incluyen a Max el atleta (Amell), Allison la porrista (Thorne), Sonya la chica gótica (Lee) y John el boquiflojo afroamericano (Andrew Bachelor), y sus interacciones con Cole representan algunos de los momentos más entretenidos, pero quien se roba la película es la guapísima Samara Weaving, a quien conocí hace un par de años en Ready or Not (Boda Sangrienta) y desde aquí, un par de años antes, daba muestras de esa mezcla de carisma y talento que la convierten en una actriz a la que hay que seguir de cerca al menos, por ahora, en películas de género.

Si son aficionados al horror que no se toma demasiado en serio, o si buscan un poco de entretenimiento ligero pero sangriento, The Babysitter puede ser una muy buena opción. Además, se agradece que sus responsables entiendan que no es necesario estirar de más la historia y entreguen una disfrutable experiencia con menos de hora y media de duración. Muy recomendable si suena a la clase de cosas que les llaman la atención.