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miércoles, 7 de julio de 2010

UFC 116: Lesnar vs Carwin

Los últimos eventos de UFC resultaron un tanto decepcionantes, no porque no hubiera peleadores de calidad o porque las peleas hayan sido malas, sino porque algunos enfrentamientos fueron entre peleadores cuyos estilos se anulaban entre si. En particular los duelos en que se disputaron algunos campeonatos mundiales de la organización fueron deslucidos, en parte por la presencia de retadores temerosos de salir a proponer el combate ante peleadores tan completos y experimentados como Anderson Silva, George St. Pierre o B.J. Penn.

Claro que hubo excepciones y combates espectaculares, además de los dos títulos que cambiaron de manos en los últimos meses luego de que Frankie Edgar diera una inteligente pelea contra B.J. Penn y lo venciera por decisión unánime (habrá revancha en unas semanas) y de que Mauricio Rua noqueó a quien considero era el más frágil de los cinco campeones de UFC, Lyoto Mashida. También hubo encuentros emocionantes y una que otra decepción.

Lo que queda claro en los últimos meses es que Dana White busca renovar poco a poco a los peleadores de su empresa, y los recientes cortes de veteranos como Chuck Lydell o Keith Jardine son una muestra de ello.


En cuanto al evento del sábado pasado, la pelea principal era por el título de peso completo de UFC entre el campeón interino, Shane Carwin, y el campeón oficial Brock Lesnar, y completaban la cartelera principal los enfrentamientos entre Yoshihiro Akiyama y Chris Leben; Chris Lytle y Matt Brown; Krzysztof Soszynski y Stephan Bonnar; y George Sotiropoulos y Kurt Pellegrino.

En la transmisión de televisión se incluyó al final uno de los combates preliminares, disputado entre Kendall Grove y Goran Reljic, que fue un entretenido choque de estilos, donde el croata se mostró más propositivo, y consiguió llevar al suelo en varias ocasiones a Grove, aunque nunca pudo superar la defensa de piso del norteamericano. Merced a algunas buenas combinaciones de golpes y a un par de vistosas patadas, Grove consiguió sumar puntos que lo llevaron a obtener la victoria por decisión dividida.


Ya en la cartelera principal, George Sotiropoulos fue una grata sorpresa. Había visto pelear a Kurt Pellegrino y me parecía bastante competitivo, con un boxeo decente y un sobresaliente trabajo de Jiu-Jitsu, por lo que partí con la idea de que era favorito. Pero desde el primer round se hizo evidente que Sotiropoulos era un boxeador excelente y Pellegrino tendría que buscar el combate de piso o sufrir un KO. La sorpresa fue que el australiano de ascendencia griega resultó tan duro en el suelo como de pie, y dominó la pelea a lo largo de los tres rounds para llevarse una victoria por decisión unánime.

El enfrentamiento entre Soszynski y Bonnar fue una revancha, pues se habían enfrentado en febrero pasado en UFC 110, donde El Experimento Polaco (que en realidad es canadiense) resultó triunfador vía KO técnico en el tercer round debido a una cortada que le impidió continuar a Bonnar. Como era de esperarse, ambos salieron a darse con todo, usando más fuerza y ganas que estrategia. Bonnar nunca se ha caracterizado por planear sus combates, lo que le ha costado varias derrotas, pero sobra decir que su presencia es espectáculo garantizado. Bonnar noqueó a su oponente a la mitad del segundo episodio.


Matt Brown y Chris Lytle son dos especialistas en lucha de piso, así que no es sorpresa que tras algunos intercambios de golpes buscaran llevar la pelea a ese terreno. No había tenido oportunidad de ver a Lytle, pero puedo decir que es un extraordinario combatiente y un gran especialista en sumisiones.

Tras varios intentos y luego de alternar posiciones de dominio con Brown, Lytle se llevó la victoria a los dos minutos del segundo round con una llave de brazo desde una posición tan dominante que Brown se tuvo que rendir verbalmente al no poder usar las manos para hacer el tapout.


El japonés Toshihiro Akiyama representa muchos de los aspectos más tradicionales de las artes marciales (salvo por el hecho de que a veces se le va la lengua ante la prensa) y siempre resulta un espectáculo ver el ritual con que arriba al octágono. Originalmente se suponía que enfrentaría a Wanderlei Silva en este evento, pero una lesión del brasileño le impidió estar listo para el combate, y entró como emergente Chris Leben.

Akiyama cometió el error de mantenerse en pie la mayor parte del combate intercambiando golpes con Leben y no parecía tener la condición física para ello. Leben dio la sorpresa a menos de treinta segundos de que concluyera el combate al pescar al nipón con una estrangulación de triángulo de la que éste ya no tuvo fuerzas para zafarse.


Finalmente, en el evento estelar de la noche, Brock Lesnar y Shane Carwin disputaron el título de peso completo de UFC. Carwin se lanzó con todo durante el primer episodio, logrando poner en serios aprietos a Lesnar y parecía por momentos que lograría el KO rápidamente, pero le faltó paciencia y desperdició demasiada energía tirando golpes que no tenían el impacto deseado en un Lesnar pertrechado contra la reja.

En el segundo round Lesnar se mostró más precavido en el intercambio de golpes y aprovechó a la perfección un descuido de Carwin para llevarlo al suelo, donde pacientemente trabajó contra su guardia hasta lograr encajar una estrangulación para sacarle la rendición a su poderoso contrincante.


Los duelos Akiyama-Leben y Soszynski-Bonnar se hicieron acreedores al bono por mejor combate mientras que Lesnar se llevó el de sumisión de la noche. Éste último yo se lo habría dado a Chris Lytle, pero hay que reconocer que Lesnar se vio bastante bien, sobre todo tomando en cuenta que tuvo que reponerse de un duro primer round.

Debo confesar que encontraba a Lesnar antipático y como la encarnación de todas las cosas que las artes marciales no deberían ser, pero parece ser que la difícil experiencia que representó la enfermedad que lo alejó del deporte por más de un año ayudó a convertirlo en mejor persona además de mejor peleador.


En la entrevista posterior al combate se le vio humilde y reconoció el trabajo de su adversario. Lo que es un hecho es que tras sólo cinco combates en UFC, Lesnar se ha convertido en un gran combatiente que muestra mejoras en cada pelea. Habrá que ver que tal le va al californiano de origen mexicano Cain Velasquez, que es el nuevo retador oficial y peleará por el título en los próximos meses.

En general fue una gran función, con duelos que favorecieron el espectáculo tanto en la pelea de pie como en la lucha de piso. Ojalá esto ponga la tónica para eventos futuros, sobre todo ahora que se avecinan peleas de campeonato con contendientes de alto perfil.

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