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domingo, 23 de febrero de 2020

The Gentlemen, de Guy Ritchie

The Gentlemen es la más reciente película de Guy Ritchie, escrita y dirigida por él mismo y cuenta con las actuaciones de Matthew McConaughey, Charlie Hunnam, Henry Golding, Michelle Dockery, Jeremy Strong, Eddie Marsan, Colin Farrell y Hugh Grant.


La historia sigue a Mickey Pearson (McConaughey), un joven estadounidense que estudió en la Universidad de Oxford gracias a una beca, pero tras empezar a vender marihuana a sus acaudalados compañeros, abandonó sus estudios para iniciar la construcción de un imperio criminal. Ahora quiere venderlo para retirarse a vivir en paz junto a Rosalind (Dockery), su esposa, pero al correrse la voz se desencadena una serie de maniobras que buscan desestabilizarlo para arrebatarle su negocio.

Big Dave (Marsan), editor de un tabloide amarillista, contrata a Fletcher (Grant), un investigador privado, para indagar en los asuntos de Pearson como venganza por un desaire público. Fletcher ofrece vender sus hallazgos, que además ha convertido en un guion de cine, a Raymond (Hunnam), principal matón y mano derecha de Pearson. La aparición es escena de Dry Eye (Golding), un ambicioso miembro de la mafia china, y de un grupo de peleadores de artes marciales mixtas que en sus ratos libres delinquen y suben sus hazañas a YouTube, sólo complican las cosas.

La película regresa un poco a la fórmula que hizo famoso a Ritchie con sus primeras películas, como Lock, Stock and Two Smoking Barrels o Snatch: historias de enredos criminales contadas con una fuerte dosis de humor negro y protagonizadas por un sólido elenco grupal. Claro que con una forma tan definida de hacer películas, el realizador británico ha ganado casi tantos detractores como admiradores a lo largo de los años.


Otro sello característico de estas películas de Ritchie es el peso que da a algunas escenas de conversaciones, que requieren un guion lleno de parlamentos rimbombantes con una que otra frase memorable, lo que implica la necesidad de contar con los actores adecuados para presentar esos parlamentos. Aunque esta peculiar estructura narrativa puede llegar a ser predecible, la elección de actores suele ser uno de los aciertos de Ritchie en la mayoría de sus trabajos.

En el caso particular de The Gentlemen, el actor con la responsabilidad de entregar los parlamentos más extravagantes es Hugh Grant, que hace un excelente trabajo en lo que parece haber sido un casting en que se apostó por ir contra el tipo, dándole un papel muy distinto a los que que suele interpretar, tanto por su apariencia física como por su caracterización en general, incluyendo la peculiar forma de hablar de Fletcher.

La mezcla de pequeñas dosis de acción, misterio, suspenso y enredos, aderezados con humor negro y una cierta dosis de violencia, es la clásica receta para una película de Guy Ritchie, y eso es todo lo que necesitan saber. Si les gusta el trabajo de este director, es algo que van a disfrutar, pero si su fórmula es algo que sienten desgastado, o que nunca ha sido de su agrado, no hay alguna para querer verla en el cine, además de que su también conocida tendencia a usar estereotipos étnicos y religiosos es algo que puede ofender a mucha gente.


En resumen, The Gentlemen es una entretenida película que, para bien o para mal nos remite a los éxitos tempranos de Guy Ritchie y no aporta nada nuevo a la fórmula, razón por lo que mi recomendación debe ser limitada a los fans del director o a quienes sólo buscan un poco de entretenimiento escapista por algo menos de dos horas.

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