Veo en redes mucha insistencia sobre cómo las cancelaciones de las series de Marvel en Netflix es sólo un pretexto para que el Imperio del Ratón se las lleve a Disney+, el servicio de streaming que Disney lanzará en 2019, y me parece que sólo ponen en evidencia la mentalidad de fan y el gusto por las teorías de conspiración de la gente sin pensar en como se maneja el negocio de la televisión y el contenido de entretenimiento.
Antes que nada hay que entender que la principal razón para cancelar las series es económica. Las series de Marvel son algunas de las producciones más caras que ha realizado Netflix, y algunos analistas estiman que la plataforma estaba pagando hasta un 60% más que el valor de mercado de esas producciones. Eso quiere decir, a groso modo, que tendrían que generar un 60% más de ratings que una producción promedio para ser rentables, y es obvio que eso no estaba sucediendo ni siquiera en el caso de Daredevil, la más popular de las series canceladas.
Un punto importante de contención era la duración de las temporadas. Algunos reportes indican que Netflix quería que cada temporada se redujera a un total de 6 u 8 episodios para manejar mejor los costos de producción, lo que además coincide con una crítica frecuente a las series, que parecían haber sido alargadas sólo para cumplir con los trece episodios y no porque fuesen los requeridos para contar su historia. Todo apunta a que Marvel se negaba a hacerlas más cortas porque eso implicaría percibir menos dinero por por cada temporada.
Netflix veía su relación con Marvel como algo que nunca alcanzó todo su potencial. Por ejemplo, nunca se dio una integración de lleno al Universo Cinematográfico Marvel (MCU), lo que probablemente hubiera incrementado su audiencia. También había molestias por la aparente falta de compromiso para trabajar de forma consistente, pues hay que recordar que, a excepción de Jessica Jones, ninguna de las series tuvo un showrunner que permaneciera en su cargo por más de una temporada.
Por otro lado, no se debe caer en la trampa de creer que las sociedad entre Netflix y Marvel fue un fracaso, pues eso sería ignorar cómo ha cambiado el panorama de la televisión y los servicios de streaming en los cinco años transcurridos desde que se anunció su colaboración, a finales de 2013. Netflix apenas empezaba a posicionarse y requería propiedades llamativas para atraer a un público que no conociera su servicio, y por ello estuvieron dispuestos a pagar de más por llevar personajes de Marvel a la pantalla. Querían generar atención, y lo lograron. Las segundas temporadas prueban que el experimento fue exitoso, pues la idea original eran cinco temporadas únicas, una de cada personaje y la culminación colectiva en The Defenders.
Pero el medio ha cambiado. Netflix ya no necesita atrae miradas desde otros mercados y su enfoque ha pasado a producciones originales, tanto de películas como de series, y tiene tratos con experimentados productores de cine y tv para manejar esos proyectos. Al ser producciones propias, no pagan sobreprecio alguno. Con el crecimiento de la compañía, también sus necesidades aumentaron, y las series de Marvel aportan cada vez menos a lo que Netflix requiere, así que no tenía caso mantener una relación en que la relación costo-beneficio era evidentemente cuesta arriba. Netflix podía renovar las series incluso con oposición de Marvel, pero sería bajo el mismo trato, lo que iría contra sus propios intereses.
Y no hay que olvidar que Disney está por convertirse en su competidor. Si el compromiso parecía mínimo, ¿cómo esperar que eso fuera a cambiar con Disney+ en la escena? Lo que me lleva a otro punto importante: creer que Daredevil, Luke Cage y Daredevil serán parte de la programación del servicio de streaming de Disney es pecar de ingenuo. Disney tiene sus propios planes para expandir el MCU más allá de las películas, con las series de Loki y Scarlett Witch como primeros pasos en esa dirección. Más de una vez la gente a cargo del nuevo servicio ha dicho que las series de Netflix no encajan con sus planes, y eso es sin tomar en cuenta el asunto de derechos.
Me explico. Los derechos de las series están bajo contrato. Siguen siendo lo que se conoce como Netflix Originals, y formarán parte del catálogo del servicio por varios años. Para que dejase de ser así, Marvel tendría que comprarlas de vuelta, y no serían baratas, suponiendo que Netflix quisiera venderlas (no va a pasar). El registro de propiedad intelectual debiera incluso prevenir que Disney reinicie las series con los mismos títulos para su propio servicio, y suponiendo que llegaran a un acuerdo, ¿invertiría Disney en, por ejemplo, una cuarta temporada de Daredevil, sabiendo que tendría que invitar a su audiencia a buscar las primeras tres en un servicio competidor?
Y lo mismo aplica para Amazon, Hulu o cualquier cadena de televisión, así que no esperen ver a ninguna de estas series revivir en otra parte. Y eso sin contar con que el elenco, escritores y staff de esas series quedan libres de sus contratos al hacerse oficial la cancelación, así que reunirlos otra vez es difícil (y caro). Por otro lado, es muy posible que, al no haber renovaciones los personajes puedan ser usados por Marvel en películas y en otras series, aunque eso puede variar de un caso a otro y dependerá de las condiciones establecidas en el contrato inicial.
Además, ¿por qué nadie ha comentado nada acerca de Jessica Jones? Es probable que siga el mismo camino, sí, pero si retomamos la visión económica detrás de las cancelaciones, es la única de estas series que Netflix podría considerar conservar. ¿Por qué?
1) Porque es la más barata de producir, y
2) Porque su audiencia es única y, a diferencia de las otras series, resulta atractiva incluso para quienes no son fans de Marvel o del género de superhéroes.
Así que ahí lo tienen. No esperen ver la cuarta temporada de Daredevil o las terceras de Luke Cage o Iron Fist en Disney+ o en cualquier otro servicio. Si me preguntan, eventualmente veremos a los personajes en otras series o películas, pero es probable que sea con distintos actores y sin seguir la continuidad establecida en las series de Netflix.
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