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viernes, 3 de junio de 2011

PPC: ¿Qué hay detrás del relanzamiento de DC?

El pasado martes todo rincón del internet relacionado a los cómics se vio envuelto en un frenesí de anuncios y especulaciones. ¿La razón? El anuncio de DC sobre las repercusiones de Flashpoint en el Universo DC a partir de septiembre, cuando finalice el evento. Y todo se resume a algo que hemos visto antes: el relanzamiento del Universo DC, pero en una escala masiva como no se había visto antes, incluyendo la aparición de 52 títulos con un #1 en la portada. Ya sabemos que Justice League aparecerá el 31 de agosto, mismo día que la conclusión de Flashpoint. Jim Lee y Geoff Johns serán los responsables de ese título y a partir de ahí se gestará la nueva forma que tomará el Universo DC.

¿Significa esto que DC publicará 53 series mensuales?

La verdad, lo dudo mucho. Entre otras razones porque si algo se ha hecho evidente en los últimos años es que DC Comics no cuenta con un staff editorial capaz de manejar ese volumen de producción de manera correcta, y mucho menos tienen a sus órdenes a suficientes creativos como para asegurar mantener esa producción con un mínimo de calidad. Dado que no han dado detalles respecto a los 52 títulos, podemos esperar que varios serán miniseries, y no sería una sorpresa que haya algún plan para cancelar series planeadas como regulares bajo la premisa de que desde un principio fueron concebidas como miniseries. Pero vamos por partes.

La primera vez que DC realizó un relanzamiento fue en 1986, después de Crisis en las Tierras Infinitas, cuando eliminaron la noción de Tierras paralelas (multiverso) y dieron nuevos orígenes a sus personajes principales. Pero los títulos más longevos de la editorial continuaron con su numeración regular, usando arcos dentro de esas series (o en ocasiones miniseries) para establecer las nuevas versiones de sus personajes. Ocho años más tarde apareció Zero Hour, crossover que buscaba eliminar las discrepancias en continuidad surgidas desde la aparición de Crisis, y se permitió que varios títulos ofrecieran una versión definitiva del origen de sus protagonistas.

Desde entonces ha habido cambios y correcciones a la continuidad de varios personajes, siendo tal vez lo más drástico la reaparición del multiverso durante Infinite Crises (Crisis Infinita).

La clase de reinicio drástico que parece proponer DC sólo se compara a un par de iniciativas de su competencia, Marvel Comics, quienes tras la saga de Onslaught dieron un inicio diferente a cuatro de sus títulos principales (Avengers, Captain America, Fantastic Four y Iron Man) bajo el sello de Heroes Reborn. Pero ese cambio y nuevas versiones duraron sólo doce números antes de volver a la continuidad regular. La otra ocasión fue para el evento The Age of Apocalypse, cuando alteraron títulos y continuidades de varias series regulares durante cuatro números, antes de regresar a la continuidad regular.

En términos de recrear los orígenes de sus personajes a fin de darles un enfoque más contemporáneo, lo más parecido pudiese ser el Universo Ultimate, también de Marvel, donde muchos de los títulos más populares han sido sometidos a un proceso de actualización que combina elementos de la continuidad tradicional con ideas nuevas en un entorno actual. La diferencia entre ese Universo y lo que están planeando en DC para este otoño es que esos nuevos orígenes libres de continuidad no se hicieron con la idea de reemplazar a los ya establecidos, si no con la de co-existir con los mismos.

La movida de DC es arriesgada en varios sentidos. Al alterar tan drásticamente su continuidad, pueden alienar a sus aficionados más recalcitrantes, pues aunque muchos pueden recibir con brazos abiertos la idea de tener historias frescas y nuevas, también hay una gran cantidad de ellos que a lo largo de los años se han mostrado reacios a aceptar cambios.

No hay que ir más lejos que recordar que durante años muchos clamaron por tener de vuelta a Barry Allen y Hal Jordan como Flash y Green Lantern, hasta que apareció un escritor con deseos similares en la figura de Geoff Johns, quien prontamente cumplió con sus deseos.

Muchas cosas se me ocurren respecto a los anuncios y filtraciones de estos últimos días, pero la gran mayoría son sólo especulaciones. Me llamó mucho la atención lo relacionado a Superman. La imagen más común en estos anuncios es una aparente portada de Jim Lee para Justice League. En ella la figura de Superman nos muestra a héroe más joven a lo que estamos acostumbrados, con una ligera variación en el escudo en su pecho y en buena medida ensombrecido de una forma que no coincide con el resto de la imagen, lo que me lleva a pensar que la imagen fue alterada a fin de no revelar cual será su aspecto definitivo en septiembre.

¿Puede tratarse del primer paso de DC a establecer una versión del Hombre de Acero que puedan explotar sin infringir las características que podrían perder legalmente en un par de años? Me inclino a pensar que sí. Si le dan al personaje un origen y entorno diferentes a los aparecidos en el Action Comics #1, tendrían hecha la tarea. La marca y algunos de los aspectos del personaje son propiedad de DC, así que no tendrían que hacer algo radicalmente diferente. ¿Veremos acaso al último hijo de un lugar diferente a Krypton? Puede pasar.

Independientemente de lo que pueda pasar con las historias (me aventuraría a afirmar que Barry Allen y Hal Jordan tienen un lugar asegurado y que Batman será uno de los más controvertidos), creo que la parte más trascendente en los anuncios es la que se ha visto opacada en todo lo que se ha dicho y escrito sobre los anuncios oficiales.

En particular me sorprende que no haya más reacciones al anuncio de que a partir del relanzamiento todos los cómics de DC estarán disponibles en su versión digital el mismo día que salga a la venta la versión impresa. Se trata de un movimiento que no caerá muy bien a los detallistas, pues no es un secreto que hace varios años que el mercado no es nada amable con las tiendas de cómics, y la posibilidad de vender el material nuevo antes que otros outlets era una de sus pocas ventajas competitivas. Esta decisión sorprende si consideramos que Bob Wayne, vicepresidente de ventas, solía ser dueño y gerente de una tienda de cómics.


La primera impresión que tengo es que el anuncio se manejó a la inversa en términos de importancia. La verdadera noticia era la decisión de DC de implementar esta política conocida como day and date para vender sus comics digitales. El relanzamiento de la línea era una noticia secundaria, pero fue la que acaparó titulares.

Me parece que DC está apostando al mercado de las tabletas y teléfonos inteligentes, si no como el futuro del medio, al menos sí como el futuro de su negocio. Si ése es el caso, el movimiento de lanzar los cómics digitales el mismo día que los impresos es un movimiento de apertura para cortejar a un nuevo mercado. ¿Qué mejor manera de hacerlo que ofreciendo un accesible punto de entrada en todos sus títulos?

Puede ser que el jugársela de este modo les rinda frutos, pero del mismo modo puede tratarse de una decisión de la que podrían arrepentirse a corto plazo, pues parecen estar asumiendo que los usuarios de tabletas y teléfonos de gran pantalla no son lectores de cómics pero pueden llegar a serlo, y en números importantes. Si bien puede haber un sector que sienta curiosidad, e incluso el potencial de ganar algunos nuevos lectores a mediano y largo plazo, no me parece que haya tanto potencial de crecimiento en ese mercado.

Mi percepción es que en realidad están cortejando al sector de mercado donde intersectan los lectores de cómics, y los usuarios de los gadgets mencionados. Y no hay forma de que ése sea un mercado más grande que el que actualmente adquiere las versiones impresas de sus cómics.

La única explicación que encuentro es que piensan implementar una transición total a medios electrónicos a mediano plazo. Incentivar el desarrollo del mercado digital e impulsar en sus lectores habituales la idea de que es mejor comprar el formato digital que el impreso, de cara, tal vez, a desaparecer por completo este último, reduciendo parte del proceso de producción y eliminando costos. Si ése es el caso, creo que subestiman la relación cuasi-fetichista que existe entre los lectores y sus cómics en papel, pero eso es un tema aparte y no tiene caso dedicarle más espacio en estos momentos.

Para resumir un poco, creo que el anuncio de esta nueva versión del Universo DC post-Flashpoint es una decisión 100% de negocios y no una que tenga que ver con la creatividad o compromiso de la editorial para ofrecer buenas historias. Y eso es de lo que se tratan los cómics: HISTORIAS. No importa qué tecnología o medios uses para hacerla llegar al lector, si las historias no son buenas, tu mercado no crecerá. Entrega buenas historias y los mismos lectores se encargarán de promocionarte y recomendarte. Tan simple como eso.

Ignoro como evaluarán y calificarán los resultados de su decisión en las oficinas de DC o Warner. Pero para mi como lector toda la evaluación que me importa tendrá que ver con el contenido. Si todo esto hace que DC ofrezca mejores historias, excelente. Si tendremos más del mismo manejo errático y cambios de dirección que han caracterizado a esta editorial en los últimos años, Flashpoint y sus consecuencias habrán sido un absoluto fracaso.


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