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viernes, 9 de julio de 2010

Reseña: Kick-Ass, la película

Las adaptaciones de cómics se han vuelto parte importante del entretenimiento en cine y lo seguirán siendo por varios años. La reciente adquisición de Marvel Comics por parte de Disney, y los cambios administrativos en Warner para mejorar la gestión de las propiedades de DC son muestras del interés de los estudios por asegurar los derechos de este vasto catálogo de historias. Y cómics fuera del género de superhéroes también tendrán salida constante, sin que eso signifique que estamos listos para decir que los superhéroes tocaron techo y es hora de voltear a otro lado. Lo importante es que haya directores y guionistas interesados en contar una buena historia.


Y ése parece ser el caso de Matthew Vaughn, que conoció a Mark Millar durante el breve periodo en que estuvo involucrado en la pre-producción de Thor. Millar le mostró algunos guiones del cómic de Kick-Ass y despertó el interés de Vaughn, quien empezó a trabajar en una adaptación con su acostumbrada colaboradora Jane Goldman. Vaughn intentó vender el proyecto a varios estudios, pero todos lo rechazaron por considerarlo poco viable en términos comerciales.

Durante una cena con amigos y gente del medio, Vaughn convenció a muchos de ellos de invertir en la película y la realizó de forma independiente. Una vez terminada, le hizo promoción en festivales y en la Comic-Con de San Diego del año pasado, con tan buenos resultados que vendió los derechos de distribución a Universal por una cantidad superior a la que pidió originalmente para producirla.


Como mencioné, Kick-Ass está basada en el cómic del mismo nombre creado por Mark Millar y John Romita Jr., pero considero prudente advertir que existen muchas diferencias entre cómic y película, pues a pesar de contar básicamente la misma historia, la versión fílmica lo hace de mucho mejor manera.

Hago la aclaración porque sé que hay quienes tras ver una película buscan el libro o cómic en que se basó, y en este caso particular sería algo de impacto negativo. Tal vez dedique un texto posterior al comic para explicar por qué creo que no funcionó como debió hacerlo, pero por ahora me concentraré en la película.

Kick-Ass cuenta la historia de Dave Lizewski (Aaron Johnson), un adolescente neoyorquino aficionado a los cómics que encaja en la mayoría de estereotipos asociados con los geeks y nerds. Dave ha discutido varias veces con sus amigos sobre lo raro que encuentra el hecho de que nadie haya intentado convertirse en un superhéroe en el mundo real.

A pesar de los sólidos argumentos presentados (la inexistencia de superpoderes, la imperiosa necesidad de entrenamiento, presupuesto y equipo, etc.) Dave decide intentarlo de todos modos, compra un traje para esquiar y se crea un alias: Kick-Ass. Las aspiraciones de Dave son duramente regresadas a la realidad luego de que intenta detener a un par de delincuentes que intentan robarse un auto. Estos le dan una salvaje golpiza y lo apuñalan en el estómago, dejándolo desangrándose en medio de la calle.


La experiencia deja a Dave con un nuevo respeto por las actividades de un vigilante y con las terminales nerviosas de la mayoría del cuerpo adormecidas. La siguiente vez que sale a impartir justicia es para defender a un hombre que es agredido por tres sujetos frente a un minisuper, y es capturado en video por algunos testigos con celulares.

Unas horas después Kick-Ass aparece en todos los noticieros y se convierte en una celebridad instantánea. Esto llama la atención de Big Daddy (Nicholas Cage) y Hit-Girl (Chloe Grace Moretz), una pareja de vigilantes con un innegable compromiso en su lucha contra el crimen y sin ningún reparo en llevarla hasta sus últimas consecuencias.



La acción y la violencia van escalando conforme avanza la película hasta alcanzar niveles casi de farsa, pero la atinada dirección de Vaughn mantiene el tono de la película al borde de la credibilidad, ofrece una respuesta plausible a la pregunta de Dave. ¿Por qué no hay superhéroes en el mundo real?

Porque no hay forma de enfrascarse en una lucha contra gente sin escrúpulos ni moral sin caer en los mismos excesos que ellos, porque la escalada de violencia no acabaría hasta que haya muertos y, sobre todo, porque es difícil pensar que exista alguien dispuesto a arriesgar su integridad física o su vida de forma tan irracional, sin importar que tan idealista se pueda ser.



Kick-Ass es una película muy entretenida que debe hacer las delicias de cualquier aficionado al cómic de superhéroes, y también será del agrado de quienes gustan del cine de acción. La extraña mezcla de humor negro con la violencia extrema de la cinta representa una bocanada de aire fresco en medio de las predecibles producciones de estudio, y la clasificación recibida por la película (C o R, es decir, "sólo mayores de edad") es testimonio del compromiso de Vaughn para contar la historia de la mejor forma posible sin consideraciones comerciales de por medio. Altamente recomendada.


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