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martes, 22 de junio de 2010

Reseñas Hitchcock: Rope (La Soga)

Después de dos semanas en que por causas de fuerza mayor no lo pude hacer, regresamos a nuestro ciclo de Hitchcock con una de sus películas más controvertidas. Rope (La Soga) está basada en la obra de teatro Rope's End (El Fin de la Cuerda), de Patrick Hamilton, que a su vez fue inspirada por un caso de la vida real sobre dos estudiantes que asesinaron a un adolescente en 1924, caso que ha inspirado al menos dos películas más, una de ellas interpretada por Orson Wells.

La cinta es controvertida a pesar de los esfuerzos de Hitchcock y sus guionistas por evadir el tema, pues la obra de teatro es protagonizada por una pareja homosexual y se da a entender que un tercer personaje también tuvo tiempo atrás una relación con uno de ellos. Se limpiaron los diálogos para que el hecho fuese más implícito, pero aún así hubo que reescribir partes del guión antes de poder tener una versión final. Y aún así, prestando un poco de atención, quedan un par de detalles que revelan la sexualidad de los personajes. Pero eso poco o nada tiene que ver con mi comentario de la película.

La película inicia en el departamento compartido por Phillip (Farley Granger) y Brandon (John Dall), dos jóvenes de clase acomodada y graduados de Harvard, quienes asfixian a un tercero con una soga. Consumado su crimen, entre ambos meten el cadáver en un arcón en su sala de estar e intentan relajarse. Phillip se muestra distraído y atormentado, pero Brandon parece excitado. De su conversación se entiende que el crimen que cometieron se debió a un capricho, a una necesidad de probarse a si mismos que eran capaces de asesinar a alguien y salirse con la suya. Su víctima es David Kentley (Dick Hogan), un amigo suyo y ex-compañero de la escuela.


Para dar un toque aún más siniestro al asunto, Brandon, que parece haber planeado todo, arregló realizar una fiesta en el departamento un rato después de asesinar a David. Los invitados a la cena son Kenneth (Douglas Dick), otro amigo que además es el mejor amigo de David; Janet (Joan Chandler), ex-novia de Kenneth y actual pareja de David, los padres de David, y Rupert Cadell (James Stewart), un ex-tutor y profesor de los muchachos.

La madre de David se encuentra indispuesta, pero en su lugar acude una hermana suya, la Sra. Atwater (Clarence Collier). Asiste además el ama de llaves, la Sra. Wilson (Edith Evanson). La cena transcurre, para creciente desazón de Phillip, entre insinuaciones y juegos de palabras de Brandon, que parece convencido de haber cometido el crimen perfecto y dispuesto a retar a la suerte al jugar con sus invitados, Rupert incluido, convencido de que ninguno podrá descubrir lo que han hecho.


La película es famosa por cuestiones técnicas: se trata de la primera película de Hitchcock que se filmó a color, y está filmada en tomas largas, existiendo un mínimo de cortes, integrados de forma que la película crea la sensación de haberse realizado en una sola toma. Parece que Hitchcock intentaba recrear la experiencia de una historia contada en tiempo real y sin cortes, como llega a darse en el teatro. A pesar de ello la película no es estática, pues la cámara se mueve constantemente dentro del restringido espacio del departamento.

La película no tuvo gran éxito y fue hasta mucho tiempo después que se le comenzó a apreciar. En lo personal es una película que disfruto mucho. La última vez que la había visto fue hace doce o quince años, y pese a conocer la trama y mucho del montaje, los diálogos siguen siendo una de las cosas que más me gustan. Me incomoda el trabajo de Stewart en la película, no porque su actuación sea mala, sino porque creo que el personaje fue escrito para resultar desagradable y el propio Stewart nunca se hizo del todo a la idea.


Hitchcock nunca fue un director de actores, pero era muy bueno para seleccionar el elenco de sus películas y colocarlos en posición de hacer su trabajo a su manera. El resultado no siempre era parejo, pero en general resultó en varias interpretaciones destacadas a lo largo de los años.

Me parece un error considerar que el inusual montaje "sin cortes" es lo único que ofrece Rope, sobre todo considerando que hay un par de cortes intencionales que no se buscó ocultar. El mismo Hitchcock mencionó años después que la forma de montar la película fue un capricho y un experimento sin intención, pero aun si no pretendía hacer algo especial con la película eso fue justo lo que consiguió. Supongo que es una muestra más del genio del extraordinario realizador británico.

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