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martes, 29 de abril de 2008

Control

Anton Corbijn se ha hecho de fama a lo largo de las dos últimas décadas como director de videos musicales, viendo su nombre asociado al trabajo de grupos como Metallica, U2, Depeche Mode o los Red Hot Chili Peppers.

Con esos antecedentes en su currículo tal vez no había mejor manera de hacer su debut como director de cine que con una película acerca de la vida de otro icono del rock, Ian Curtis, el legendario cantante y compositor de la banda inglesa Joy Division.

La cinta lleva por nombre Control, está parcialmente basada en el libro autobiográfico de la viuda de Ian, Deborah Curtis, titulado Touching from a Distance, y toma su nombre de una de las canciones más conocidas de la banda, She's Lost Control.

Corbijn era fan de la banda desde sus inicios, y cuando se mudó a Inglaterra tuvo oportunidad de conocerlos. En ese entonces empezaba su carrera como fotógrafo profesional, y muchas de las fotos que tomó de Ian y Joy Division para la revista New Musical Express ayudaron a catapultar su carrera como fotógrafo dentro del medio del rock internacional. Varios años después, en 1988, Corbijn dirigió el video para el relanzamiento de Atmosphere (el cual pueden ver al final de este texto).

La cinta sigue la vida de Ian desde 1973, cuando conoció a Deborah Woodruff, que salía con un amigo suyo, a espaldas de quien la cortejó para casarse un par de años más tarde, a los 19 años. Asistir a un concierto de los Sex Pistols lo marcó y decidió unirse a Warsaw, banda de unos amigos suyos. Cambiaron su nombre a Joy Division, y el resto, es historia.

Corbijn centra la película en tratar de descubrir a Ian como persona, analizando algunas de sus obsesiones y miedos, mientras trata de recrear la atmósfera de la época y la escena post-punk británica. Su relación con Annik Honoré y el impacto que tuvo en su matrimonio (que con el tiempo se convirtió en una trampa de la que Ian no sabía cómo salir) y la respuesta de Deborah ante los cambios en su marido son el trasfondo emocional que permite que la película sea más que un documental biográfico.

Filmada a color y convertida a blanco y negro, la película refleja la depresión y desesperanza que marcaron la vida de Ian, desde recrear Macclesfield, Manchester (lugar que consideraba deprimente) hasta mostrar el ambiente musical de la época y la enorme presión que representó para él el repentino y contundente éxito del grupo.

El soundtrack de la película es extraordinario. Además de incluir muchas de las canciones más representativas de Joy Division, contiene música de David Bowie, Iggy Pop, Roxy Music y los Sex Pistols.

Sam Riley interpreta a Curtis, y aunque físicamente no es tan parecido, emula a la perfección los manerismos y lenguaje corporal del cantante. El resto del grupo es interpretado por Joe Anderson (Peter Hook), James Anthony Pearson (Bernard Sumner) y Harry Treadaway (Stephen Morris), quienes tienen gran parecido físico con los músicos.

Me parece necesario puntualizar que los cuatro actores aprendieron a tocar y que todas las canciones que Joy Division toca en vivo durante la película fueron interpretadas por ellos. Riley fue vocalista de una banda llamada 10,000 Things, con quienes logró un moderado éxito en Leeds, Inglaterra, pero es el único miembro del elenco que tenía algo de experiencia musical.

La experiencia de Corbijn dirigiendo videos musicales le juega tanto a favor como en contra. Tiene un talento natural para emparejar música con imágenes, lo que provoca que algunos segmentos de la película parezcan especialmente diseñados para ser parte de la edición en DVD de un Greatest Hits de Joy Division o algo similar.

Pese a que eso puede llegar a molestar en ciertos momentos, la mayoría de las veces resulta en secuencias memorables, como Love Will Tear Us Apart ambientando la secuencia que muestra como se desmorona del matrimonio de Ian y Debbie, o la escena que usa Atmosphere como fondo para cerrar la película.

En general se trata de una muy buena película biográfica que no cae en un exceso de información ni pretende ser un recuento fidedigno de los hechos. Si les gusta el rock o están interesados en la figura del mítico cantante de Joy Division no debieran dejar de ver Control. Si les interesa contraponerla con otra visión de la misma época y escena musical, creo que 24-Hour Party People resulta una experiencia completamente diferente a la vez que sirve como un perfecto complemento.

Y aquí está el video de Atmosphere dirigido por Anton Corbijn.


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