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viernes, 26 de octubre de 2007

PPC: Wildstorm y la lectura por costumbre

Si creyeron que había cerrado la tienda e iba guardarme mis opiniones sobre el mundo del cómic, estaban equivocados. Mientras tenga algo que decir de cualquier tema seguiré escribiendo al respecto. Lo que sigue puede interpretarse como una crítica hacia los lectores o fans, y hasta cierto punto lo es, pero no es mi intención ofender a nadie, sino puntualizar una de las características del medio y de la gente que lo ha elegido como hobby.



En múltiples ocasiones he mencionado la tendencia general a asociar cómics y superhéroes, igual que mi opinión al respecto. Es un hecho que esa asociación persistirá por mucho tiempo, quizás incluso hasta que el medio desaparezca, así que más vale acostumbrarse a ello. Pero incluso entre los fans del medio se dan esas asociaciones extrañas. Si se habla de superhéroes difícilmente alguien pensará en una editorial que no sea Marvel o DC Comics, no porque sean las únicas que publican títulos de superhéroes, sino porque son las que tienen más tiempo haciéndolo y publican las aventuras de los personajes más conocidos y populares.

Cuando se dio el boom de la industria a principios de los 1990, varias editoriales crearon sus propios Universos de superhéroes: Image, Dark Horse, Valiant (luego Acclaim), Continuity, Defiant, Harris, Broadway, Tekno (Big Entertainment) y un largo etcétera, intentaron sin éxito (con las posibles excepciones de Image y Dark Horse) tomar un pedazo del nicho de mercado de "las dos grandes". Incluso hubo las que nacieron muertas, como el NelsonVerso de Tundra (que creo recordar se llamaría Manta, pero supongo que ya no importa).

Las razones por las que esos universos no sobrevivieron a largo plazo son varias, desde una mala planificación hasta la falta de propiedades interesantes, y pasando por cualquier clase de problemas: fuga de talentos, problemas económicos y de distribución, inversionistas sin escrúpulos, etc. Pero quizás el más grave problema que enfrentaron esas fallidas creaciones fue no poder convencer a los fans de que sus personajes e historias tenían el potencial para ser mejores o llegar a ser tan familiares y queridas como a las que estaban acostumbrados.

Image tenía a su favor a los creativos más populares y exitosos de la era moderna, Dark Horse la infraestructura editorial y de marketing más capaz del medio, Valiant a un par de editores dispuestos a arriesgar y las propiedades y el talento para hacerlo bien, Broadway y Tekno los recursos económicos... pero ninguna logró prosperar.

Image sufrió una desbandada y poco o nada queda de lo que era entonces, aunque resultó para bien. Dark Horse consolidó su posición como editorial especializada en licencias y al igual que Image se convirtió en una opción para autores independientes; Harris se concentró en su única propiedad exitosa y desapareció lo demás. Eso se ha repetido varias veces a menor escala pero, sin importar las variaciones, eventualmente todo vuelve a la normalidad y Marvel y DC permanecen como las dos grandes, aunque debo señalar que sus ventas no son nada comparadas con las de la década pasada.


Incluso dentro de las mismas editoriales se ha dado el caso de la creación de microuniversos con diferentes grados de éxito. Marvel contrató a Jim Lee y Rob Liefeld para crear una nueva versión de algunos de sus títulos más tradicionales, y poco después creó Marvel Knights y Ultimate para revitalizar otras propiedades. Knights funcionó como los pretendientes de la década pasada: generó interés por los personajes, ganó reconocimiento y aceptación crítica y de ventas... pero eventualmente desapareció del mapa.

La línea Ultimate aún goza de un éxito comercial aceptable, e incluso se da por entendido que es la base para las franquicias de Marvel en el cine. Mencioné la desbandada de Image, que muchos piensan empezó con Heroes Reborn, el proyecto de Marvel al que me refería más arriba, pero Liefeld fue expulsado de Image y Jim Lee vendió su compañía, Wildstorm Productions, a DC Comics, en un trato que le permitió seguir al frente de ella y llevar un control editorial de sus títulos de forma independiente al DCU.

Y justo a causa de Wildstorm decidí embarcarme en este tema. Hace un par de semanas me encontré en una lista de correos con una discusión sobre las ventas de varios títulos y un punto que resaltó en la misma fue el pobre desempeño comercial de Wildstorm en los últimos meses. Tomando en cuenta que la línea fue relanzada hace menos de un año con la participación de creativos de renombre (Grant Morrison, Garth Ennis, Mike Carey, Christos Gage, Gail Simone, Gene Ha, Chris Sprouse, Lee Bermejo o el mismo Jim Lee) debe ser uno de los más grandes fracasos de que se tenga memoria en tiempos recientes. Y no entiendo por qué.

Hace años que mi cuota de lecturas de superhéroes ha ido a la baja porque la mala planificación y la falta de compromiso en las dos grandes por hacer lo que se supone es el objetivo de este medio, que es contar historias, me han hecho perder el interés. De uno u otro modo intento mantenerme al día con los sucesos del medio y el contenido de varios títulos, pero hace mucho que no sigo ningún título regular de superhéroes tradicionales. Vertigo, Oni, Dark Horse y editoriales independientes se han vuelto el centro de mi afición, y Wildstorm era parte de mi lista desde antes del relanzamiento.

Las historias son entretenidas, el arte de primer nivel, muchos de los personajes tienen ya varios años de existir y cada título funciona sin necesidad de seguir la continuidad de todos los demás. Entonces, ¿qué fue lo que falló? Claro que hay problemas a nivel editorial. Jim Lee tiene muchos compromisos independientes a su labor como dibujante, y aún tenía pendiente su participación en el criticado All Star Batman and Robin the Boy Wonder (título tan largo y rebuscado que prueba que el marketing en DC tampoco anda muy bien), por lo que cuesta entender por qué se comprometió a dibujar Wildcats si sabía que no podría cumplir con sus plazos de entrega.


A nadie sorprendió el anuncio de que se retrasaría el título tras la aparición de sólo un número, lo que sin duda decepcionó y molestó a muchos fans, pero no creo que los problemas de un título expliquen el fracaso de la línea. creo que el mayor problema al planear el relanzamiento fue la forma de anunciarlo. Se dieron los nombres de los creadores involucrados y se anunció un inicio nuevo, lo que no era del todo cierto.

Las historias no dependen directamente de la continuidad desarrollada en versiones anteriores de los mismos títulos (quizás con excepción de Wildcats), pero el background del Universo Wildstorm está sentado en el canon previamente establecido, lo que debe haber provocado confusión en muchos de los lectores nuevos. He leído la gran mayoría de los títulos de Wildstorm desde los inicios de Image y no he tenido problema para disfrutar de estos títulos, que permanecen entre mis compras mensuales (con excepción de Gen13, que ni siquiera Gail Simone me puede hacer leer) y son algunas de mis lecturas favoritas.

Pero creo que no podía ser de otro modo. Dicen que los lectores de cómics actuamos como niños, y a veces esa apreciación es correcta. Supongamos que nuestro helado favorito es el de chocolate. Podemos probar el de vainilla o pistache de vez en cuando, o aventurarnos con sabores menos comunes o incluso exóticos si se da la oportunidad, pero eventualmente volveremos a nuestro viejo conocido, el siempre confiable chocolate. No importa que a veces se sienta rancio o de baja calidad, la sensación de familiaridad no tiene substituto.

Y es una lástima. Sólo me queda esperar que el dueño de la fuente de sodas no decida dejar de producir otros sabores y especializarse sólo en el chocolate. Sería terrible tener que buscar un nuevo postre favorito para sustituir el helado.

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