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miércoles, 11 de octubre de 2006

American Psycho: la novela

Amigos y conocidos acostumbran poner en la barra lateral de su blog los libros que están leyendo o han leído recientemente. No pienso hacer lo mismo, pero escribiré mis impresiones de lo que leo conforme vaya terminando. No tengo el tiempo libre que solía tener y en el último par de años he leído mucho menos de lo que acostumbraba, así que no sé que tan frecuentes serán este tipo de actualizaciones.

También incluiré cómics y novelas gráficas, y empezaré con libros leídos en lo que va del año. Iniciamos con American Psycho, de Brett Easton Ellis. Vi la película hace varios años y, mientras la discutíamos, mi amigo Enrique Güemez mencionó que creía que se había quedado corta en relación a la novela.

Desde entonces quería leerla, y hace unos meses Rodrigo, me hizo el favor de prestármela. Advierto que era una edición española, y leer así un best-seller anglosajón es toda una experiencia por la gran cantidad de modismos locales en la traducción. Diálogos que parten con "Oídme", y términos como gilipollas o puñetero complican lo que de por sí no es una lectura fácil.

Patrick Bateman lo tiene todo. Es joven, rico y guapo. Pero no es feliz. El ambiente en que se mueve es tan superficial que toda su vida y sus conversaciones giran en torno a sus posesiones físicas y como se comparan a las de los demás. Su principal preocupación es su imagen, por lo que dedica la mayor parte de su tiempo a cuidar su cuerpo, rostro y guardarropa.

Eso es parte de lo que hace difícil la lectura, pues cada que aparece en escena un personaje, ya sea nuevo o ya aparecido, hay una detallada descripción de su ropa y peinado, así como de de la decoración del lugar donde se desarrolla la escena y la apariencia de todos los presentes. También hay descripciones del menú y platillos de cada restaurante, y un recuento de las bebidas preferidas de cada personaje.

Pese a lo aburrido que puede resultar que eso se repita en cada escena, es un detalle que ayuda a comprender lo superficial del mundo en que se mueve Bateman. Lo que es más, al paso de los capítulos uno entiende y asimila el sentido de apreciación estética de Bateman, y hacia el final del libro me sorprendí varias veces pensando en el mal gusto y poca capacidad de algunos personajes para vestir con propiedad.

No sé si eso sea mérito de Ellis o sólo prueba del nivel de clavadez al que puedo llegar, pero quise mencionarlo. Algo que recuerdo de la discusión con Enrique fue que coincidíamos que el título en español, Psicópata Americano, debió ser Psicosis Americana. Más que una cuestión de semántica, nos parecía que, aunque la historia se centra en Bateman y sus aparentes episodios de evasión de la realidad y violentos estallidos de ira, es una mordaz crítica al superficial estilo de vida que prevalece en el competitivo entorno de una oficina, no sólo en Nueva York, sino en cualquier gran ciudad.

En fin, si vieron la película y les gustó, recomiendo que busquen la novela, pues se trata de una interesante lectura que ahonda en algunos temas de la película, y si no han visto ésta, les recomiendo conseguirla al igual que el libro, pues más allá de su valor como literatura o entretenimiento de ficción, ambas interpretaciones constituyen una interesante reflexión sobre la vida en la sociedad moderna.

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