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viernes, 27 de enero de 2006

Google: ética y privacidad

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos solicitó a una corte federal una orden para que Google entregue información sobre las búsquedas realizadas por sus usuarios, información solicitada originalmente el pasado agosto a través de un citatorio a la compañía, quienes se rehusaron a entregarla.

Un par de días más tarde se reveló que la misma solicitud fue hecha a otras tres compañías además de Google: AOL, MSN, y Yahoo!, quienes si entregaron la información solicitada.

Lo que el Departamento de Justicia pidió originalmente fue lo siguiente: "...todos los URLs que puedan ser hallados a través de una consulta en el motor de búsqueda de su compañía hasta el 31 de julio de 2005", además de un registro de "todas las búsquedas" realizadas entre el 1° de junio y el 31 de julio. El citatorio decía que las autoridades no requerían ninguna "información adicional... que pudiese identificar a la persona" que realizó la búsqueda. Posteriormente redujeron la cantidad de información solicitada a sólo un millón de URLs y las búsquedas de sólo una semana.

Aparentemente la solicitud se dio como parte de un esfuerzo de las autoridades para revivir el proyecto del Acta para la Protección en Línea de los Niños, un proyecto de ley que buscaba controlar y castigar a sitios que ofrecen contenido pornográfico sin restricciones a menores de edad y el cual fue desechado por la Suprema Corte de aquel país alegando su inconstitucionalidad ya que representaba una violación a la libertad de expresión.

Ahora, si bien es cierto que la información requerida no comprometería detalles personales de nadie, resulta preocupante que el gobierno pretenda hacerse con el control de información sobre el uso de Internet, especialmente cuando la administración Bush admitió recientemente que ha realizado actividades de espionaje en contra de sus propios ciudadanos en suelo norteamericano.

Google se rehusó a entregar la información alegando que la solicitud era exagerada, intrusiva e innecesaria, pues la información sobre sitios y sus contenidos podría ser consultada más rápida y eficientemente por medios diferentes a los registros de los buscadores, agregando también que entregar dicha información hubiese significado revelar información privilegiada y confidencial además de secretos comerciales.

La decisión de Google fue aplaudida por la comunidad web en general como una muestra de ética y de su compromiso para con sus usuarios, pero también sirvió para reflexionar sobre lo que realmente significa privacidad en la red.

No sólo Google y otros buscadores acumulan información sobre sus usuarios. También algunas empresas como Amazon lo hacen. La idea de guardar información sobre los hábitos de consumo y/o intereses en la web tiene como objetivo ofrecer un servicio personalizado al tener conocimiento de los gustos e intereses del usuario. Pero el hecho de que esta información sea almacenada presenta siempre el riesgo de que terceros se puedan hacer con ella.

John Batelle, en su libro The Search, publicado el año pasado, escribió lo siguiente:
Mientras trasladamos nuestra información a los servidores de Amazon.com, Hotmail.com, Yahoo.com, y Gmail.com, estamos haciendo un trato implícito, uno con el que la mayoría de la gente está totalmente de acuerdo, o, más probablemente, uno que la mayoría no ha considerado a fondo.

El trato es el siguiente: confiamos en que ustedes no harán nada malo con nuestra información. Confiamos en que la mantendrán segura, libre de búsqueda o apropiación ilegal ya sea privada o gubernamental, y siempre bajo nuestro control. Entendemos que ustedes pueden hacer uso de nuestra información para ofrecernos mejores y más útiles servicios, pero confiamos en que no se hará una identificación personal a partir de nuestros datos, y que no se hará uso de nuestra información personal de ningún modo que pudiese violar nuestro sentido de libertad y privacidad.

Esa es una enorme cantidad de confianza que estamos pidiendo de estas compañías. Y no estoy seguro de queéstas estén del todo seguras de las implicaciones de esta transferencia. El sólo hecho de pensar en esas implicaciones es suficiente para provocar un dolor de cabeza a cualquier persona racional.

Y es que sería realmente preocupante que estas empresas pudieran ser usadas por el gobierno o corporaciones privadas para servir como mecanismo de vigilancia y control de la población. AOL, Yahoo! y Microsoft se han apresurado a afirmar que entregaron la información que se les pidió porque ésta no contenía información personal sobre ninguno de sus usuarios, pero creo que ese no es el punto. Si cedieron ahora no hay nada que impida que lo hagan otra vez en un futuro, y no es posible saber que entregarán la próxima vez.

Ojalá y Google pueda evitar convertirse en una herramienta del gobierno. Sería irónico pensar que una compañía creada bajo el lema "no hagas el mal", terminase convertida en un peón en un juego de poder.

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