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domingo, 17 de octubre de 2004

¿La televisión que merecemos, o la única que tenemos?

Esta semana se anunció la quiebra de DirecTV México y la adquisición de su cartera de clientes por parte de Sky. ¿Qué significa esto? Que a partir del próximo año, una vez concluida la transición, Sky será el único proveedor de televisión satelital de paga en nuestro país. Esto no sería necesariamente malo, sobre todo si consideramos que Sky tenía más del triple de suscriptores que DirecTV (942,000 contra 260,000), lo que implica que los afectados somos menos.

El problema es que Sky es una subsidiaria de Televisa, el grupo televisivo más grande de América Latina y uno de los más importantes a nivel mundial, y también operadores de la única compañía de televisión por cable con cobertura nacional: Cablevisión. Televisa tiene señales locales, nacionales e internacionales, el único sistema nacional de televisión por cable, y ahora también son el único proveedor de televisión de paga vía satélite.

Y sin embargo, alegan que no son y no pretenden ser un monopolio. 

News Corporation, propietarios de DirecTV México conservan aún derechos sobre su plataforma de transmisión en diferentes países de Latinoamérica y tienen opción a participar hasta en un 15% de las acciones de Sky, dependiendo de la cantidad de clientes de DirecTV que decidan quedarse con dicha empresa. El convenio también incluye diferentes cláusulas de cooperación entre ambas empresas y DirecTV Group para ofrecer sus servicios de manera coordinada en todo el continente, así como la cesión de contenidos de Televisa para ser usados en los sistemas restantes de News Corporation en Sudamérica. 

O para ponerlo en términos más claros, News Corporation y Sky han decidido repartirse el continente dependiendo de quien de los dos tenga más fuerza en cada país. Si este monstruo de dos cabezas no es un monopolio alguien tiene que explicarme la diferencia.

Lo que encuentro preocupante es la observación de varios analistas sobre el mayor obstáculo de DirecTV para aumentar su cartera de clientes, que fue su imposibilidad de llegar a un acuerdo para adquirir contenidos originales de Televisa. O lo que es lo mismo, la gente no contrataba DirecTV porque ahí no podía ver telenovelas, Big Brother, el fútbol nacional o cualquier otro contenido de Televisa. No sé si reír o llorar. 

Sólo espero que esto no degenere aún más la calidad de los contenidos y que por el contrario ayude a enriquecer la oferta de canales en los sistemas restantes. Pero no albergo muchas esperanzas. 

1 comentario:

  1. Que mal esto de la reducción de opciones dentro de la tele de paga.

    Me sorprendieron las razones por las cuales las personas no contrataban DirecTV, ya que la televisión de paga existe para tener opciones fuera de las que ofrece la televisión nacional.

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