martes, 21 de julio de 2009

Necedades sobre el Fraude Lunar

Imagino que todos en algún momento nos hemos topado con un NASA-escéptico, una de esas extrañas personas que, contra toda lógica y a pesar de la evidencia existente o de recibir explicaciones lógicas, insisten en que el Programa Apollo fue un multimillonario fraude para crear la ilusión de que los Estados Unidos habían ganado la carrera espacial aunque no hubiese sido así.


En mi caso es irrisorio porque se trata de alguien con quien convivo casi a diario. Es una persona muy religiosa que además de santos, vírgenes, apariciones y milagros, también cree en la existencia de fantasmas y en profecías, ovnis, conspiraciones y el código de la Biblia, con lo que pueden darse una idea de su irracional escepticismo selectivo. Como sea, discutir con él me llevó a investigar de dónde venían las teorías de que el programa Apollo fue un elaborado fraude con el que el gobierno de Estados Unidos desapareció su millonario presupuesto al usar un set de TV en el desierto de Nevada (mmm... ¿el área 51?) para simular el primer alunizaje.

Desde un principio hubo cierto escepticismo, debido principalmente a que había quienes consideraban que los ocho años transcurridos desde la promesa de John F. Kennedy hasta la misión Apollo 11 eran muy poco tiempo para haber desarrollado un programa espacial exitoso. Pero la primera vez que se le dio forma a esta teoría de conspiración fue en 1974, cinco años después de la primera caminata lunar y dos después de la cancelación del Programa Espacial de la NASA.

Bill Kaysing, ex-escritor técnico de Rocketdyne, una de las compañías involucradas en el desarrollo de los cohetes Saturno V, publicó de manera independiente el libro We Never Went to the Moon: America’s $30 Billion Swindle (Nunca Fuimos a la Luna: La Estafa de 30 Mil Millones de América). La razón para publicarlo de manera independiente fue que la única editorial que no lo rechazó a la primera, y que incluso le pagó un anticipo, decidió no publicar el libro, indicando entre las causas que el texto parecía más un amasijo de notas que un manuscrito propiamente dicho.

Según Kaysing, durante sus años en Rocketdyne tuvo acceso a material del programa espacial, y antes de que se lanzara el Apollo 11 estaba convencido de que la NASA no tenía la capacidad técnica para llegar a la Luna. Esto lo dedujo por su preparación universitaria, no en ciencias, física, robótica u otra disciplina útil para juzgar el programa espacial y sus alcances desde un punto de vista técnico o científico, sino una licenciatura en inglés. A lo largo de su vida el Sr. Kaysing creyó en toda clase de teorías de conspiración, con la CIA, el FBI y otras agencias de gobierno como villanos recurrentes.

Entre otras teorías, expuestas con la misma claridad y abundancia de pruebas con que exhibió el fraude del programa Apollo (léase: ninguna), Kaysing siempre pensó que el gobierno de los Estados Unidos envenenaba y adulteraba con toda clase de drogas los suministros de agua y alimentos de su país a fin de lograr un absoluto control mental sobre sus ciudadanos. Si eso no les parece suficiente para dudar de la cordura y credibilidad de este autor, basta echar un vistazo a las conclusiones sobre su teoría del fraude del alunizaje. Según él, el grueso del presupuesto del programa espacial, calculado entre 25 y 30 mil millones de dólares, fue empleado para comprar el silencio de todos los involucrados.

La idea de fingir que se había alcanzado la Luna no era para demostrar al bloque soviético la superioridad tecnológica y logística de los Estados Unidos, sino para distraer su atención y que no notasen que en realidad la NASA estaba desarrollando un programa militar espacial, llenando de armamento y equipo de vigilancia la atmósfera de la Tierra, iniciando La Guerra de las Galaxias, el controvertido programa armamentista de Ronald Reagan, veinte años antes de que éste lo anunciase al mundo.


Los alegatos de Kaysing rayan en lo ridículo y son insostenibles si se analizan de manera lógica. Por ejemplo, según él, al momento del alunizaje los miembros de la tripulación del Apollo 11 se encontraban en realidad en un bar de strippers en Nevada. Uno pensaría que una organización a cargo de fraguar el fraude más grande de la historia de la humanidad sería más cuidadosa respecto a permitir a sus principales protagonistas hacer apariciones en lugares públicos al menos durante los momentos clave de su misión, sobre todo tomando en cuenta los sobornos multimillonarios.

A pesar de que su libro nunca fue un éxito de ventas, encontró su público entre el creciente grupo de conspiranoicos, además de aprovechar el desencanto público hacia el gobierno estadunidense luego de la penosa experiencia de la Guerra de Vietnam y el escándalo Watergate.

En 1978 se estrenó la película Capricorn One, estelarizada por Elliott Gould, James Brolin, O. J. Simpson y Hal Holbrook. La trama sigue muy de cerca la idea de Kaysing de una misión usada como cortina de humo, con la principal diferencia de que la falsa misión espacial de la película es un viaje a Marte y no a la Luna, aunque el parecido fue suficiente como para darle un segundo aire a los alegatos de los escépticos.

Poco a poco la idea cayó nuevamente en el olvido, hasta que en 2001 un especial de televisión producido por Fox revivió las teorías de Kaysing y, por primera vez, les dio difusión masiva.

Conspiracy Theory: Did We Ever Land on the Moon? (Teoría de Conspiración: ¿Alguna vez aterrizamos en la Luna?) fue transmitido en febrero de 2001,en un periodo en que Fox logró altísimos ratings con una serie de documentales sensacionalistas y poco serios, a menudo descritos como "shockumentales" y cuyo único objetivo es generar polémica y morbo entre la audiencia.

Ante la creciente oleada de teorías de conspiración, la comunidad científica internacional reaccionó buscando difundir datos reales sobre el programa espacial lunar, refutando de forma racional y con argumentos las teorías del fraude. La NASA adoptó desde un principio la postura de mantenerse al margen de la discusión, argumentando que responder equivalía a dar validez a los reclamos de los escépticos.

Tal vez el más notorio de los astrónomos que han dedicado tiempo y trabajo a acabar con las ideas del engaño sea Phil Plait, quien a través de su sitio web Bad Astronomy y más extensamente en su libro del mismo nombre ha buscado responder las dudas más frecuentes sobre el tema. Plait llegó a debatir públicamente con Kaysing, quien falleció en el 2005, y a menudo se le pide haga lo mismo con otros entusiastas de la teoría del fraude, aunque él considera que eventualmente no tendrá que seguir haciéndolo, pues la evidencia es irrefutable y tarde o temprano los conspiranoicos se quedarán sin argumentos.

Podría seguir escribiendo al respecto o reproducir aquí algunas de las explicaciones sobre las "pruebas" presentadas por los escépticos, pero en vez de ello remitiré a algunas fuentes que le han dedicado espacio al tema. A continuación dejo una lista de enlaces a sitios donde científicos y expertos responden de manera racional los principales argumentos de los conspiranoicos que defienden la teoría del fraude:
  • Intercosmos. Un detallado artículo rebatiendo los argumentos a favor del fraude. 
  • 30 años del proyecto Apolo. Página de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC) donde se hace un detallado análisis de las fotos usadas como "pruebas" por los escépticos. 
  • 1969, la llegada del Hombre a la Luna ¿verdad o farsa? Página donde se debate la falta de seriedad y método en los argumentos escépticos, con muchos enlaces a artículos relacionados tanto en inglés como en español. 
  • ¿El hombre llegó a la Luna? Argumentos racionales para aclarar las supuestas anomalías de las misiones Apollo.
  • Wikipedia. Recopilación y resumen de respuestas a los "argumentos" más frecuentes de los escépticos.

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