viernes, 15 de febrero de 2008

Fanatismo reincidente.

Hace unos dos años y medio el Jyllands Posten, un diario danés, publicó una serie de caricaturas que mostraban diferentes visiones del profeta musulmán Mahoma, las cuales provocaron la ira de diversos grupos religiosos en Dinamarca y en otras partes de Europa cuando meses después las caricaturas fueron reproducidas por diferentes diarios de otros países.

El tema volvió a salir a la luz cuando el día de ayer el Servicio de Inteligencia y Seguridad Danés, conocido como PET, detuvo a tres hombres acusados de conspirar para asesinar a Kurt Westergaard, uno de los doce caricaturistas que colaboraron en aquellas ilustraciones. Westergaard es el autor de la que muchos consideran es la más controversial caricatura del set. En ella se puede ver al profeta vistiendo un turbante que en realidad es una bomba. Westergaard y su esposa contaban con protección policiaca desde hace tres meses, cuando las autoridades empezaron una investigación sobre un posible intento de asesinato.

Ahora, muchos diarios de diferentes países de Europa decidieron unirse en una campaña en defensa de la libertad de expresión, así que la caricatura de Westergaard fue reproducida en decenas de diarios el miércoles y se espera que muchos otros la sigan reproduciendo en estos días. La imagen apareció incluso en algunos periódicos que se habían rehusado a publicarlo hace dos años, pues la mayoría de los editores consideran que es necesario mostrar al mundo que los periodistas actuales aún creen en el derecho a expresarse.

Simplemente me parece penoso que en el mundo aún estemos en un estado tal de intolerancia que un dibujo pueda llegar a ser motivo para desear la muerte de alguien más. Maldito fanatismo religioso.

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