martes, 6 de febrero de 2007

Graffiti Limpio. Literalmente

¿Puede considerarse como un delito remover polvo y suciedad de una pared?

Las autoridades de algunas ciudades parecen pensar que sí. Algunos artistas alrededor del mundo están trabajando con una técnica conocida como "Reverse Graffiti" o graffiti inverso, que consiste en usar brochas, trapos y mangueras de presión para limpiar áreas selectas de paredes sucias para crear imágenes o escribir slogans.



El británico Paul Curtis, mejor conocido como "Moose", opera en las ciudades de Leeds y Londres y se le considera como uno de los pioneros del Reverse Grafitti. Moose opera una agencia de publicidad llamada Symbollix, la cual crea anuncios utilizando esa técnica y ha sido contratado por algunas marcas comerciales como Smirnoff o Microsoft para iniciar campañas "limpias", aunque las autoridades británicas no lo ven con buenos ojos. En Leeds, el Consejo de la Ciudad emitió la siguiente posición oficial:

"Leeds residents want to live in clean and attractive neighborhoods, and expect their streets to be free of graffiti and illegal advertising. We also view this kind of rogue advertising as environmental damage and will take strong action against any advertisers carrying out such campaigns without the relevant permission."
Es decir:

"Los residentes de Leeds desean vivir en vecindarios limpios y atractivos, y esperan ver sus calles libres de graffiti y anuncios ilegales. Consideramos esta clase de publicidad como dañina para el ambiente y tomaremos acciones en contra de cualquier anunciante que realice esta clase de campañas sin los permisos correspondientes."
Advirtieron además sobre sanciones en contra de las empresas que pagaron por tales anuncios y ordenaron a Moose "limpiar" su obra. ¿Limpiar? ¿Cómo? Imagino que esperan que regrese todo el polvo que removió. En cuanto al tono del comunicado, tengo la impresión de que su preocupación real no es ni el trabajo de Moose ni la forma de las campañas, sino el hecho de no haber recibido ningún pago por el uso de los espacios para publicidad.



En Sao Paulo, Brasil, Alexandre Orion convirtió una pared de un túnel de una importante avenida en un espectacular mural, el cual presentaba una serie de calaveras para representar el efecto de las emisión de gases de los autos y camiones en el medio ambiente. Las autoridades de la ciudad no hallaron ningún cargo criminal con el cual acusar a Orion, así que la única solución que hallaron fue limpiar el túnel. Pero sólo del lado que Orion había decorado. Alexander procedió entonces a trabajar al otro lado del túnel, así que las autoridades hicieron lo único sensato que podían en esa situación: limpiaron no sólo el túnel en cuestión, sino todos los túneles de la ciudad.

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