domingo, 14 de marzo de 2004

Congo, de Michael Crichton

Le debo una disculpa a Michael Crichton. Al menos en mi cabeza. La primera vez que escuche su nombre debe haber sido en relación a la adaptación cinematográfica que Steven Spielberg hizo de su best-seller Jurassic Park. Después de eso su nombre empezó a aparecer repetidamente asociado a otras películas.

The Andromeda Strain, Congo, Sphere, Rising Sun, Disclosure, The Great Train Robbery, The Lost WorldTimeline son algunas de sus novelas llevadas al cine, aunque por desgracia la gran mayoría con resultados más bien mediocres y predecibles. Esto me llevó a considerar, erróneamente, que el problema era el material de origen. Tonto de mí.

Como si nunca hubiera podido comparar una película con la novela en la cual se inspiró. La verdad es que Crichton es un narrador consumado; su atención al detalle es impecable sin resultar obsesiva, y el resultado de su exhaustiva labor de investigación referencial sólo es rivalizado por la obra de Tom Clancy.

sábado, 13 de marzo de 2004

Premio Nobel de la Paz

Hace poco me topé con una nota periodística que me dejó impactado, no sé si por la estupidez implicita en su contenido, o por el simple hecho de que no haya sido comentada de forma más abierta. De acuerdo con Geir Lundestad, director del Instituto Nobel, este año se registró un record en la cantidad de nominaciones para obtener el Premio Nobel de la Paz, con un total de 194 contendientes.

El año pasado se habían registrado 165 candidatos, y la ganadora fue la abogada iraní Shirin Ebadi, quien se convirtió en la primera mujer musulmana en ganar dicho premio. De los 194 candidatos 50 son organizaciones y 144 son individuos.

Y aquí es donde viene la parte ridícula de la nota. Ignoro cuáles son los criterios que deben cumplir los candidatos o como se realiza su selección, pero es evidente que algo están haciendo mal.

¿Alguien puede explicarme como es que entre los nominados a obtener el galardón se encuentren el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush y el Primer Ministro Británico Tony Blair? ¿Acaso el invadir ilegitimamente a otro país puede ser considerado un acto de paz? Claro, Saddam no es una víctima inocente, pero eso no significa que la decisión tomada por estos dos dirigentes fuera la correcta.

Esto me hizo recordar un comentario de Stephen King sobre una leyenda popular en playeras durante los años de la Guerra en Vietnam:

KILLING FOR PEACE IS LIKE FUCKING FOR CHASTITY
(MATAR EN NOMBRE DE LA PAZ ES COMO COGER EN NOMBRE DE LA CASTIDAD).

En fin. Sólo espero que cuando llegue el momento de la votación impere la razón. Porque además, el premio se entrega en Octubre y quien sabe cual pudiera ser el impacto del mismo en las elecciones en Norteamérica en el mes de Noviembre.

domingo, 7 de marzo de 2004

LA HOGUERA CONTRAATACA

La Hoguera está de vuelta en su nueva versión, corregida y aumentada, y ahora con mayor variedad temática. Trataré de no centrar tanto los textos en cine, sino abarcar toda clase de temas.

Hace un par de semanas cumplí treinta años. Este dato parece trivial e insignificante, pero existe una razón para mencionarlo, ya que este acontecimiento podría marcar el inicio de una leve depresión o tal vez incluso de una prematura crisis existencial. A partir de ahora ya no puedo decir que tengo veintitantos. Ya no hay excusa que valga para quejarme cuando me dicen “señor”. Se supone que he alcanzado una edad en que debo empezar a comportarme como un adulto serio y maduro. O al menos eso es lo que la sociedad espera de mi.

La pregunta es, ¿debo cambiar radicalmente mi manera de ser sólo por mi edad?

Creo que el cambio debe ser una constante. A veces siento que somos como tiburones, o te mueves o te hundes. Cambiar debe ser el estado natural de las cosas, pero no creo que los cambios radicales deban ser la pauta a seguir todo el tiempo. Después de todo, si cambiáramos de dirección 180 grados cada vez que sintiéramos el impulso de hacerlo, nunca llegaríamos a ninguna parte.

En cuanto a la costumbre en nuestra sociedad de marcar parámetros de conducta basados en la edad, me parece tonto y arbitrario. Quienes me conocen saben que actuar de acuerdo a mi edad nunca ha sido una constante, y se que la mayoría de mis amigos comparten esta mentalidad. Hace poco alguien cercano a mi familia me comentó que era buen momento para reflexionar sobre lo que quiero hacer con mi vida. A fin de cuentas, me dijo, a esta edad Jesús dejó atrás todo para salir a cambiar el mundo.

Tal vez tenga algo de razón, sobre todo respecto a pensar en el rumbo a seguir, pero escogió el peor ejemplo posible. Sólo recuerda, le dije, que sólo tres años después de tomar esa decisión, Jesús tuvo una muerte violenta a consecuencia de sus acciones. Lo que me lleva de vuelta a mi pregunta. ¿Debo cambiar radicalmente mi manera de ser?

Yo creo que no. Pero considero que es buen momento para fijarme metas y pensar en formas de crecer y desarrollarme. Esa es una de las razones para convertir La Hoguera en un blog. No sé si sea la decisión más apropiada, pero sé que necesitaba hacer algo para salir de la monotonía de la lista de correo. La lista no será descontinuada, al menos de inmediato. Voy a mantener los posts en ambos medios al menos por un tiempo.

Espero sus comentarios y opiniones al respecto.